Si bien los principales responsables del ataque de la enfermera están en prisión preventiva, el entorno familiar apunta a que habrían más personas claves que considerar en las investigaciones.
Una nueva arista se abrió en el homicidio frustrado contra la enfermera Pola Álvarez, luego de que su padre, quien está activamente involucrado en el caso, le pidiera a la Fiscalía Oriente investigar a otra trabajadora de la Clínica Cordillera, ubicada en el sector oriente de Santiago.
El crimen
En junio del año pasado, la enfermera salió en dirección a su domicilio desde la clínica, tras terminar su turno. En el trayecto a pie, fue abordada por un motociclista y apuñalada reiteradas veces, pero no se trató de un asalto precisamente, sino que de un crimen vengativo y rencoroso.
A raíz de esto, Álvarez ingresó nuevamente al recinto donde trabajaba para ser atendida de urgencia. Once, esa fue la cifra de sus heridas.
Las principales hipótesis apuntan que el ataque fue planeado por la enfermera Patricia Henríquez, de 36 años y llevado a cabo por su pareja Enrique Hanson, de 40. Se presume que la autora intelectual, sentía odio hacia la víctima debido a que esta obtuvo un puesto que ella deseaba.
Posible investigación
El padre, Patricio Álvarez, indicó en una conversación con Mega que existe la posibilidad de que una tercera persona sea cómplice del ataque, ya que esta habría declarado a la PDI sobre la información que le brindaba a Henríquez sobre los turnos de la víctima: “Ella confirmó que fue quien entregó los turnos que tenía la Pola, los horarios, la entrada y salida. Por lo tanto, la hace cómplice”.
Si bien aquella persona sostiene que no tiene ninguna relación directa o indirecta con el crimen, la carpeta investigativa indica que tenía una relación cercana con Henríquez, considerando que sus interacciones eran amistosas y económicas.
Con esto en conocimiento, la familia exige que la investigación contra la aludida sea prolija para detener a todos los involucrados del caso.
