Sr Director:
Al leer el trabajo publicado en Temas del Domingo sobre la tragedia política de 1931, escrito por don Jaime González Colville, en el gobierno de Carlos Ibáñez, solo cabe formular votos muy fervientes porque nuestras autoridades de hoy, tengan más visión y entendimiento que lo ocurrido en esos días.
Siempre se habla que lo que sucede, cuando nos impacta, es algo «nunca visto» en Chile. Si nuestros políticos, de todo nivel, conocieran la historia no tan lejana, tal vez sacarían lecciones. Después -lo vimos a partir de 1973- vienen las lamentaciones, la búsqueda de responsable, los actos de reconciliación y otras hierbas.
Mejor actuemos maduramente hoy.
Muy atentamente
Alberto Domínguez Aros