
En nuestro país, según estadísticas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), el 99,7% los incendios forestales son producidos por la acción humana, ya sea por irresponsabilidad, negligencia o intencionalidad, por lo tanto, urge la necesidad de insistir en buenas prácticas al aire libre que ayuden a prevenir estas emergencias.
Todo ello es muy importante en regiones como el Maule, donde existen preocupantes números, como que en esta temporada existe un 33% más de siniestros que el mismo periodo anterior, y un 212% más de hectáreas destruidas de bosques y plantaciones.
Sin duda, son emergencias que nadie quisiera sufrir, ya que la dinámica de un incendio forestal es variada e independiente de los recursos con que se cuente para su combate, puede salirse de control y afectar la integridad de personas, inmuebles o de la naturaleza.
Es por ello que existe una permanente campaña educativa y preventiva, apoyada por el Ministerio de Agricultura, la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), Bomberos, Carabineros, PDI y la Corporación de la Madera (Corma), entre otros, donde se llama a la comunidad a prevenir los incendios forestales y a denunciar este ilícito, informando (anónimamente también) a los teléfonos 130 (Conaf); 133 (Carabineros) y 134 (PDI), ante cualquier incidente o emergencia.
RECOMENDACIONES
Cuidar el entorno es vital para prevenir que un incendio forestal alcance viviendas y ponga en riesgo vidas. Entre las medidas a tomar se cuentan, principalmente, las siguientes: mantener el césped corto es fundamental para evitar que el fuego llegue hasta la casa; efectuar las podas y raleos necesarios; y preocuparse que sobre su techo no haya material vegetal inflamable.
Se suma mantener limpio y aseado el entorno inmediato a su casa.
-No quemar basuras u hojas porque está prohibido en esta época, cuidar que los menores no jueguen con fuego; y prohibición total de realizar fogatas en cualquier lugar o circunstancia. Se suma limpiar de pastizales secos los alrededores de los inmuebles, lo cual trasforma esas zonas en verdaderos “anillos” que impiden el avance de las llamas.