Advierten que el fenómeno podría extenderse hasta marzo, intensificando el estrés hídrico y el riesgo de incendios.
El verano no da respiro en la zona central de Chile. De acuerdo con el agroclimatólogo Patricio González, de la Universidad de Talca, las altas temperaturas registradas a fines de enero podrían repetirse en febrero debido a la presencia de dorsales cálidas, masas de aire caliente que elevan los termómetros.
“Se creía que el Fenómeno de La Niña mitigaría el calor y reduciría el riesgo de incendios forestales, pero no ha sido así”, explicó González. Un ejemplo de esto fue la ola de calor del 29 de enero, cuando Talca alcanzó 37,3°C, una de sus temperaturas más altas en la historia.
La falta de ventilación en ciudades del Valle Central, junto con el efecto de la dorsal en altura, intensifica el calor. “Cuando esta dorsal se combina con una vaguada costera, el viento descendente desde la cordillera puede elevar las temperaturas hasta los 38°C“, advirtió el experto.
El pronóstico indica que el fenómeno podría repetirse en las dos primeras semanas de febrero, extendiéndose incluso hasta marzo, lo que representa un grave riesgo para la agricultura, los bosques y el abastecimiento de agua.
El cambio climático sigue marcando récords, y los años 2023 y 2024 han sido los más cálidos en la historia del planeta. “Las temperaturas extremas sobrepasan la resistencia de los cultivos y los bosques, dejándolos expuestos a un estrés hídrico y térmico que puede derivar en incendios masivos”, concluyó González.