La suspensión total de las líneas Abate Molina, Taxutal y Sotratal deja sin transporte a miles en Talca, en medio de un conflicto laboral sin solución.
Talca enfrenta una grave crisis en su transporte público tras la paralización total de las líneas Abate Molina, Taxutal y Sotratal. La medida, anunciada por el gremio de transporte colectivo, afecta a miles de usuarios que dependen de estas micros para movilizarse en la ciudad y sectores periféricos.
El conflicto surge de fiscalizaciones laborales impulsadas por la Inspección del Trabajo, que exige ajustes al modelo de contratación de conductores. Según Alejandro Fuentes, presidente de la línea Abate Molina, el problema radica en la imposición de un sistema pensado para regiones con “perímetro de exclusión”, figura que no aplica en Talca.
“Nos obligan a contratar directamente a los conductores, lo cual no es compatible con nuestro modelo. Esto lo hemos explicado en reuniones con autoridades locales y nacionales, pero no hay avances concretos”, afirmó Fuentes durante una entrevista con el medio Radio FM+.
Mientras tanto, el impacto en la comunidad es devastador. Miles de usuarios, entre ellos trabajadores, quedaron sin alternativas de transporte. Aunque el Seremi de Transporte mostró disposición para dialogar, los operativos continuaron, exacerbando el conflicto.
Fuentes agregó que las negociaciones se han retrasado debido al periodo estival, lo que dificulta la programación de reuniones clave. “Pedimos comprensión a los usuarios. Esta es la única forma de que nuestras demandas sean escuchadas”, enfatizó el dirigente.
La paralización se mantendrá hasta nuevo aviso, dejando a Talca en una encrucijada. Las autoridades locales deberán actuar con rapidez para evitar que la crisis se prolongue indefinidamente.
