Cada 5 de noviembre, el mundo celebra el Día Internacional del Payaso, una fecha dedicada a honrar a quienes, a través del humor y la creatividad, llevan alegría y alivio a todos, desde niños hasta adultos, en hospitales y comunidades afectadas.
El Día Internacional del Payaso se celebra anualmente para destacar el rol de estos artistas que dedican su vida a provocar risas. Su labor no solo se limita a los escenarios, sino que también tiene un profundo impacto en hospitales y zonas de conflicto. Programas como “Clowns Without Borders” llevan la figura del payaso a regiones devastadas, brindando apoyo emocional y psicológico.
La figura del payaso tiene una rica historia que se remonta a la antigüedad. En las culturas griega y romana, los personajes cómicos actuaban en teatros y festivales. Durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa, los bufones y arlequines ganaron popularidad en las cortes y en la commedia dell’arte en Italia, sentando las bases del payaso moderno.
A partir del siglo XIX, artistas como Joseph Grimaldi en Inglaterra y la familia Fratellini en Francia consolidaron la imagen del payaso actual, con su maquillaje distintivo y rutinas cómicas. Estos artistas no solo entretenían, sino que establecieron la estructura y el estilo que aún define a los payasos de hoy en día.
Esta festividad también rinde tributo al famoso payaso Miliki, Emilio Alberto Aragón, cuyo nacimiento inspiró el 5 de noviembre como día de celebración. Miliki fue un icono en el entretenimiento infantil, dejando una huella imborrable en la cultura popular.
El Día Internacional del Payaso es también un momento de reflexión sobre el arte del clowning y la evolución de esta figura que ha encontrado lugar en múltiples medios, desde el teatro hasta el cine. La cultura del payaso sigue expandiéndose, incluyendo estilos que van desde el clown tradicional hasta el contemporáneo, adaptándose a las nuevas audiencias y manteniendo viva la esencia de hacer reír.
