El reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre el mercado laboral chileno ha encendido alarmas entre economistas y expertos.
El estudio reveló una desaceleración en la creación de nuevos empleos, combinada con un preocupante aumento de la informalidad en el mercado laboral.
Según los datos, la tasa de desocupación en el trimestre mayo-julio de 2024 se situó en un 8,7%, lo que representa una ligera disminución de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior. Aunque esta reducción podría parecer un indicio positivo a primera vista, un análisis más detallado de las cifras muestra una realidad menos alentadora.
Menor crecimiento en la creación de empleo
Durante este trimestre, se crearon 228.833 nuevos empleos, lo que representa un aumento del 2,5% en comparación con el año anterior. Sin embargo, este incremento es el más bajo registrado desde octubre de 2023, lo que indica una clara desaceleración en la creación de puestos de trabajo. Este crecimiento moderado es aún más preocupante cuando se considera la calidad de los empleos generados.
De los empleos creados en los últimos 12 meses, 130.745 corresponden a trabajos informales, lo que equivale al 57,1% del total. Este aumento en la informalidad está convirtiendo a los empleos precarios, inestables y con menores salarios en el principal motor del crecimiento laboral en Chile. En contraste, solo 98.088 empleos formales fueron creados en el mismo periodo, el número más bajo desde abril de 2021.
“La creación de empleo en términos interanuales sigue siendo impulsada principalmente por empleos informales”, destacan desde Clapes-UC, subrayando que esta tendencia es ya un fenómeno persistente en el mercado laboral chileno. De hecho, la tasa de ocupación informal alcanzó el 27,6%, con un alza de 0,7 puntos porcentuales en un año, y el número de personas ocupadas en la informalidad creció un 5,4%.
Debilidad en el empleo formal y destrucción de empleos
El informe también muestra que, en términos desestacionalizados, se destruyeron 26.876 empleos en comparación con el trimestre anterior, la mayor destrucción de empleo ajustada por estacionalidad desde mayo de 2021, en plena pandemia.
El sector privado ha sido particularmente afectado, con una marcada debilidad en la creación de empleo asalariado formal. Según Juan Bravo, director del OCEC-UDP, la composición del empleo creado durante el trimestre mayo-julio de 2024 muestra una importante alza de emprendimientos informales y una significativa destrucción de emprendimientos formales. “El 57,1% de los empleos creados en el último año fue informal”, afirma Bravo, quien además destaca la fuerte caída en el empleo por cuenta propia formal.
La perspectiva de los expertos
Ingrid Jones, economista de LyD, advierte que el mercado laboral sigue mostrando signos de debilidad, con una tasa de desempleo que, aunque ha disminuido en comparación con el año anterior, se mantiene por encima del 8%. Jones pone especial énfasis en el hecho de que el crecimiento del empleo está siendo sostenido mayoritariamente por trabajos informales, lo que genera un panorama preocupante para la calidad de vida de los trabajadores. “Es urgente retomar el camino del crecimiento económico e implementar medidas que permitan generar empleos formales”, subraya.
Por su parte, el análisis del grupo Security indica que la creación de empleos se ha ido moderando tanto en términos interanuales como en el mes desestacionalizado. Los expertos anticipan que esta tendencia continuará, y que la tasa de desempleo podría experimentar un leve incremento a medida que la fuerza de trabajo se normalice y el crecimiento económico permanezca débil.
Empleo público y tendencias regionales
El empleo público sigue siendo un factor determinante en la creación de nuevos puestos de trabajo, con un crecimiento del 7,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este sector ha sumado casi 90.000 empleos, representando el 40% de todos los nuevos empleos asalariados creados en los últimos 12 meses. Esto refleja la creciente dependencia del empleo público y la informalidad en la dinámica laboral del país.
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación se ubicó en un 8,8% durante el trimestre mayo-julio de 2024, con una disminución de 0,5 puntos porcentuales en un año. El aumento de la ocupación en la región fue impulsado principalmente por los sectores de comercio, enseñanza y administración pública.
