Respecto a la tensión que se vivió el día de ayer en Punta Arenas tras una alerta de aviones argentinos en cielo chileno y el despliegue de la FACh de sus F5, Argentina emitió un comunicado.
El Gobierno argentino negó categóricamente su responsabilidad en la presunta violación del espacio aéreo denunciada por Chile, lo que provocó que el Ejército chileno desplegara aviones de combate desde la base aérea de Punta Arenas, ubicada en el extremo sur del país.
Según fuentes oficiales del Ministerio de Defensa argentino, la única actividad registrada el martes 27 de agosto fue un vuelo de la aerolínea LADE con un sistema Twin Otter, que cubrió la ruta entre Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, y Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego.
El Ministerio de Defensa de Argentina aseguró que no hubo vuelos de combate ni operaciones militares en la región, y que el vuelo registrado no coincidió con el horario reportado por las autoridades chilenas.
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Esta declaración se produjo en respuesta a lo informado por la ministra chilena de Defensa, Maya Fernández, quien detalló que el martes, cerca de las 20:00 horas, se detectó un “tráfico aéreo no identificado” en el sector oriental del Estrecho de Magallanes. Ante la alerta, la Fuerza Aérea chilena activó sus protocolos y desplegó aviones F-5 para resguardar la soberanía nacional.
A pesar del despliegue, los aviones chilenos no lograron detectar ninguna aeronave en la zona, y actualmente se está llevando a cabo una investigación para esclarecer lo sucedido. La ministra chilena del Interior, Carolina Tohá, respaldó la posición de su par de Defensa, indicando que aún se debe determinar si el objeto en cuestión era una nave y de qué tipo.
Además, Tohá informó que se estableció contacto con el Gobierno argentino a través del embajador chileno en Buenos Aires, José Antonio Viera-Gallo, para colaborar en la investigación. No obstante, el Gobierno argentino afirmó que no había recibido ninguna queja formal respecto al incidente.
Este suceso se suma a un contexto histórico de tensiones entre Chile y Argentina, particularmente en la región austral. Ambos países han tenido disputas territoriales y diplomáticas a lo largo de los años, siendo uno de los más destacados el conflicto por el Canal de Beagle en la década de 1970, que estuvo a punto de llevar a ambas naciones a un enfrentamiento militar. A pesar de que este conflicto fue resuelto pacíficamente con la mediación del Papa Juan Pablo II en 1984, la relación entre Chile y Argentina en la región del sur continúa siendo sensible y cualquier incidente, como el actual, puede reavivar viejas tensiones.