Paula Barrios Goio. Propulsora del empoderamiento femenino, Metropolitan Chair Financial Empowerment G100. Socia de empresa de asesoría e intermediación financiera Bcorp Spa. Relatora de talleres de educación financiera para emprendedores, CoFounder de la Corporación Impulsa Vichuquén, Mentora en ChileConverge.
Hoy quiero escribir sobre este tema que me ha tocado vivir muy de cerca. En un mundo en constante cambio, donde la independencia económica y la estabilidad financiera son más importantes que nunca, la colaboración y las redes de apoyo se convierten en pilares esenciales para el empoderamiento de la mujer, particularmente, en el ámbito del emprendimiento, tal como me he dado cuenta con los años.
La colaboración no es solo una palabra bonita y de moda: es una necesidad. Las mujeres que colaboramos entre sí tenemos acceso a compartir recursos, conocimientos y experiencias, lo que nos permite superar obstáculos que, de otro modo, para mi al menos, podrían haber sido insuperables. De hecho, estudios demuestran que los equipos diversos y colaborativos son más innovadores y están mejor equipados para resolver problemas complejos. Según un informe de McKinsey & Company, además, las empresas lideradas por mujeres tienen un 21% más de probabilidades de ser rentables que aquellas que no lo son.
Pero, ¿qué pasa cuando estas líderes se apoyan mutuamente y colaboran? La cifra se dispara. La colaboración entre mujeres no solo fortalece a cada emprendedora individualmente, sino que también crea un efecto dominó que beneficia a toda la comunidad empresarial.
Lo veo de esta forma, es como escalar una montaña empinada: es difícil, agotador, requiere de mucho esfuerzo, a veces, sientes que estás a punto de caer. Pero sabes que tienes un sistema de seguridad que funciona como cuerdas de alta resistencia, aseguradores, arnés, casco, que no solo te atrapa si caes, sino que también te ofrece un respiro, un espacio para recuperar el aliento y seguir adelante. Eso es exactamente lo que son las redes de apoyo.
Son esenciales para cualquier mujer ya sea para coordinar todos los aspectos de su vida personal o si desea iniciar o hacer crecer su negocio. Estas redes pueden incluir mentorías, grupos de networking o incluso amistades cercanas que entienden los desafíos únicos que enfrentan las mujeres. Según cifras de Kauffman Fundación, las mujeres que participan en redes de apoyo tienen un 12% más de probabilidades de ver crecer sus negocios en comparación con aquellas que no lo hacen.
Cuando hablamos de estas redes, es crucial que sean diversas. Las mujeres provenimos de diferentes orígenes, tenemos distintas experiencias y enfrentamos una variedad de desafíos. Por lo tanto, tener una red de apoyo DIVERSA asegura que se pueda acceder a una amplia gama de perspectivas, de formar de abordar las situaciones y múltiples soluciones.
Entonces, ¿cómo construimos y fortalecemos estas redes? Aquí te dejo algunos consejos prácticos que pueden ayudarte:
Identifica tus necesidades: Antes de comenzar a construir tu red, identifica qué necesitas. ¿Estás buscando mentoría, financiamiento, o simplemente alguien con quien compartir experiencias? Tener claros tus objetivos te ayudará a encontrar las personas adecuadas.
Involúcrate en tu comunidad: Asiste a eventos locales de emprendimiento, únete a grupos de networking y participa en talleres y seminarios. Estas instancias son excelentes para conocer a otras mujeres que compartan nuestros intereses y desafíos.
Sé proactiva y accesible: No tengas miedo de acercarte a otras personas y ofrecer tu apoyo. La colaboración es una calle de doble sentido; cuanto más des, más recibirás.
Cuando las mujeres nos apoyamos mutuamente, somos capaces de romper barreras y superar desafíos que serían mucho más difíciles de afrontar solas.
Así que te desafío, sí, a ti mi querida lectora, a tomar las riendas de tu futuro financiero. Únete a una red de apoyo, colabora con otras mujeres, comparte tus conocimientos y, juntas, rompamos las barreras que nos detienen. ¡Porque cuando una mujer avanza, avanzamos todas!