Hace más de 30 años, en 1992, Perú cedió a Bolivia una franja costera de cinco kilómetros conocida como Boliviamar, con el objetivo de otorgarle al país altiplánico un acceso al océano tras más de un siglo de encierro terrestre.
Con información de medio asociado: biobiochile.cl
El acuerdo, firmado entre el entonces presidente peruano Alberto Fujimori y el exmandatario boliviano Jaime Paz Zamora, prometía fortalecer las relaciones comerciales y turísticas entre ambos países, proyectando un futuro esperanzador para Bolivia.
La franja, situada al sur de la carretera que recorre el litoral peruano, debía convertirse en un símbolo de la unión entre Perú y Bolivia, con la construcción de un puerto avanzado, terminales de carga, hoteles y negocios. Sin embargo, tres décadas después, Boliviamar no es más que un paraje desolado y abandonado, con proyectos que nunca se concretaron y promesas que quedaron en el olvido.
Pese al entusiasmo inicial, la playa no ha cumplido su propósito turístico ni comercial. Lo único visible en Boliviamar es una oxidada escultura de 20 metros que representa a dos mujeres, una mirando hacia el Océano Pacífico y la otra hacia Bolivia, un símbolo de la unión que alguna vez se intentó forjar entre las dos naciones.
Hoy, esta estructura es el único vestigio del ambicioso proyecto que pretendía devolver a Bolivia su anhelada salida al mar.
En 2017, David Herrada, cónsul boliviano en la ciudad peruana de Ilo, cercana a Boliviamar, explicó que el fracaso del proyecto se debe en parte a la falta de claridad en los objetivos y a la confusión entre la población. “Muchos piensan que Boliviamar se creó para construir un gran puerto, pero en realidad, el acuerdo era exclusivamente turístico“, comentó Herrada.
El acceso complicado y la falta de infraestructuras, como restaurantes y alojamientos, han contribuido al abandono de la playa. Además, la ausencia de inversiones y la falta de un plan de desarrollo adecuado han impedido que Boliviamar se convierta en un destino atractivo para turistas o un puerto comercial relevante para Bolivia.
Con 67 años aún por delante en el acuerdo, las autoridades bolivianas insisten en que Boliviamar tiene potencial para desarrollarse, pero los costos y la falta de interés siguen siendo un obstáculo. Mientras tanto, la playa, en teoría un símbolo de la cooperación entre Perú y Bolivia, sigue siendo un lugar desolado, olvidado y lejos de cumplir las expectativas que se tenían hace más de tres décadas.