El gobierno talibán de Afganistán ha ratificado una polémica normativa que prohíbe el sonido de la voz de las mujeres en público, calificándolo como una “falta contra la modestia”.
Con información de medio asociado: Biobiochile.cl
Esta medida, que ha generado una ola de indignación internacional, forma parte de una ley más amplia para la “Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio“, que establece nuevas y severas restricciones para la vida cotidiana de las mujeres y hombres en el país.
La ley, aprobada por el Emirato Islámico de Afganistán, como se autodenomina el régimen talibán, fue confirmada por fuentes oficiales y contiene 31 artículos repartidos en cuatro capítulos. Estos abordan desde el uso obligatorio del velo integral o hiyab para las mujeres, hasta la vestimenta masculina y las regulaciones que afectan a los medios de comunicación.
Según el portavoz del Ministerio de Justicia, Barkatullah Rasooli, esta normativa obliga al Ministerio de la Virtud y el Vicio a “ordenar el bien y prohibir el mal”, siendo también responsable de mantener la “paz y fraternidad” en la sociedad afgana. Entre las medidas más controvertidas se encuentra la prohibición de que las mujeres canten, reciten o hablen frente a micrófonos en público, bajo el pretexto de evitar “causar tentación”. Además, se establece que las mujeres deben cubrirse el rostro y el cuerpo de manera obligatoria, mientras que los conductores tienen prohibido transportar a mujeres adultas sin un tutor masculino.
Reacciones y contexto histórico
Desde que retomaron el poder en agosto de 2021, los talibanes han ido reinstaurando gradualmente un régimen basado en una interpretación extremadamente conservadora de la sharia islámica. Durante su gobierno anterior en la década de 1990, ya impusieron severas restricciones a las mujeres, prohibiéndoles trabajar, estudiar o incluso salir de casa sin la compañía de un hombre. La comunidad internacional esperaba, en su mayoría, que los talibanes adoptaran un enfoque más moderado tras su regreso al poder, pero estas nuevas medidas indican lo contrario.
El ministro de la Virtud y el Vicio, Mohammad Khalid Hanafi, reafirmó la postura intransigente del régimen al declarar que la “implementación de la sharia y el hiyab es nuestra línea roja”, subrayando que no se permitirá ninguna negociación al respecto. La ley también impone restricciones a los hombres, prohibiendo el uso de corbata, afeitarse o recortar la barba por debajo de la longitud de un puño, y especifica cómo deben peinarse, argumentando que estas acciones violan la ley islámica.
En cuanto a los medios de comunicación, la normativa obliga a que se ajusten a la sharia y prohíbe cualquier contenido que pueda “humillar o insultar a los musulmanes”, incluyendo la representación de seres vivos en imágenes.
Impacto y críticas internacionales
La ratificación de esta ley ha suscitado fuertes críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y de la comunidad internacional, que ven en estas medidas un intento de borrar por completo la presencia de las mujeres en la esfera pública y de sofocar cualquier forma de expresión o disidencia. La situación de las mujeres afganas, que ya era crítica, se ha vuelto aún más desesperada bajo estas nuevas restricciones.
Analistas internacionales señalan que, aunque los talibanes afirman basarse en la escuela de jurisprudencia islámica Hanafi, en realidad su interpretación de la ley islámica es aún más restrictiva y fundamentalista, lo que agrava las condiciones de vida en un país ya devastado por décadas de conflicto.
