El 23 de julio de 1986, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) proclamó esta fecha como el Día Mundial Contra la Caza de Ballenas, hoy conocido como Día Mundial de las Ballenas y los Delfines.
Esta conmemoración tiene como objetivo frenar la caza indiscriminada de estos mamíferos en peligro de extinción y promover su protección.
A pesar de los esfuerzos históricos para controlar la caza, aún persisten desafíos significativos. Mientras que la CBI prohíbe la caza comercial desde 1986, algunos países continúan con prácticas de caza bajo el pretexto de fines científicos.
Japón, en particular, ha sido criticado por su continuo desdén hacia estas prohibiciones, como lo demuestra la brutal matanza anual de delfines en Taiji.
El problema de la caza de ballenas no es reciente; se remontan a los intentos previos a la Segunda Guerra Mundial y se formalizó con una moratoria en 1972. Sin embargo, la lucha por proteger a estos animales continúa, destacando la necesidad de una acción global más efectiva y el compromiso con la conservación de la vida marina.
En Chile
La historia de la caza de ballenas en Chile se remonta al siglo XIX, cuando la explotación de estos animales marinos comenzó con métodos tradicionales por parte de los pueblos indígenas. Sin embargo, el verdadero auge de la caza comercial se produjo en el siglo XX, cuando la tecnología moderna permitió una explotación más intensa.
Durante las décadas de 1940 y 1950, varias estaciones balleneras fueron establecidas en la costa chilena, especialmente en la Isla de Chiloé y la región de Aysén, dedicándose a la captura y procesamiento de ballenas para obtener aceite, un recurso valioso en la industria.
A medida que la caza comercial se expandió, las poblaciones de ballenas comenzaron a declinar dramáticamente. La comunidad internacional tomó conciencia del impacto ambiental y, en 1972, se instauró una moratoria de diez años en la caza de ballenas durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano.
Esta moratoria fue un primer paso crucial hacia la protección de las especies, seguido en 1986 por la prohibición total de la caza comercial impuesta por la CBI.
A pesar de estos esfuerzos, la caza de ballenas y delfines ha continuado siendo un desafío. En las últimas décadas, la caza de delfines para acuarios y exhibiciones ha generado controversia en Chile, con denuncias sobre la captura ilegal y el comercio de estos animales.
Avances y Desafíos Actuales
Chile ha avanzado en la protección de la fauna marina con leyes más estrictas, como la Ley de Protección Animal de 2021, que regula el trato hacia ballenas y delfines y prohíbe la captura para fines no científicos. Además, diversas organizaciones de conservación y proyectos de investigación trabajan para proteger estos animales en sus hábitats naturales, monitoreando su migración y comportamiento para asegurar su bienestar.
El Día Mundial Contra la Caza de Ballenas y Delfines es un recordatorio de los esfuerzos necesarios para preservar estas especies en peligro. Aunque Chile ha hecho progresos significativos en la protección de ballenas y delfines, el compromiso continuo y la educación sobre la conservación son esenciales para enfrentar los desafíos persistentes.
En esta jornada, es crucial reflexionar sobre la historia, los avances y las áreas de mejora en la protección de estos majestuosos animales marinos. La conservación de ballenas y delfines no solo asegura la supervivencia de estas especies, sino que también preserva la salud de nuestros océanos y ecosistemas marinos.