Un nuevo aniversario celebró el Hogar Madre del Buen Consejo de la Fundación Las Rosas en Talca, lugar de acogida a más de 100 adultos mayores vulnerables de toda la región.
Con música, baile, regalos y un rico desayuno, el equipo administrativo, colaboradoras y residentes, compartieron un bello momento de unidad cantando juntos un emotivo cumpleaños feliz, pues ya van 11 años de intenso trabajo, para darle dignidad a personas que muchas veces a nadie tienen o que simplemente han sido abandonados.
“Para nosotros es un gran orgullo cumplir un año más, pues los tiempos están muy difíciles y a pesar de una larga pandemia, continuamos de pie, siendo una fundación que vive de la mendicación, seguimos entregando cuidado a tantos adultos solos o desvalidos”, enfatiza la directora técnica, Paola Barrientos.
El Hogar Madre del Buen Consejo, ubicado en el sector de Población Las Américas de Talca, tiene un gran equipo, con profesionales dedicados cien por ciento al cuidado de los residentes. Día a día, enfermeras, kinesiólogos, tens, auxiliares, entre otros, dedican sus esfuerzos a entregar no solo el cuidado físico y de salud, sino que además gracias al trabajo de la congregación religiosa “Aliadas Carmelitas Descalzas de la Santísima Trinidad”, los residentes reciben el acompañamiento espiritual a diario.
Todos los días para el hogar y su personal es un desafío, dado la dificultad que cada adulto mayor presenta. Para Paola Barrientos, “poder dar los cuidados básicos, calentitos, con comida, limpios y fundamentalmente entregarles amor y compañía, es nuestra misión”, agregando la directora del Hogar que también es importante que “ellos sientan que nosotros somos su familia”.
Este hogar en Talca es uno de los 28 hogares que la Fundación Las Rosas mantiene a lo largo del país, una fundación católica, chilena y sin fines de lucro, donde buscan a diario construir una vejez digna para quienes nada, ni a nadie tienen, brindándoles un hogar, atención médica y espiritual.
