Paula Barrios Goio. Propulsora del empoderamiento femenino, Metropolitan Chair Financial Empowerment G100. Socia de empresa de asesoría e intermediación financiera Bcorp Spa. Relatora de talleres de educación financiera para emprendedores, CoFounder de la Corporación Impulsa Vichuquen, Mentora en ChileConverge.
Para entender lo que es el empoderamiento económico de la mujer, primero debemos definirlo y revisar algunos datos.
De acuerdo con lo descrito por la Cepal: “significa asegurar el ingreso económico, la capacidad de gestionar y tomar decisiones sobre los recursos financieros, de titulación, conducir sus vidas de forma autónoma y libre de violencia”. Podemos entenderlo, entonces, como el garantizar una serie de condiciones básicas para nuestro bienestar y autonomía.
El empoderamiento económico explicado de otra forma tiene que ver con obtener la confianza suficiente para tomar el control de mis finanzas y lograr los objetivos propuestos. Este es un paso crucial, ya que influye directamente en la inclusión económica, la reducción de la desigualdad de género y la erradicación de la pobreza, impactando directamente en cada uno de los hogares.
Para que la mayoría de las mujeres lleguemos a este punto, nos falta desarrollar algunos aspectos previos, por nombrar algunos: Disminuir la brecha salarial en las empresas, determinar la responsabilidad compartida de la familia y la casa (maternidad-paternidad) eligiendo libremente la contratación de un hombre o una mujer para ejercer el mismo trabajo, eliminar el sesgo discriminatorio en los trabajos no remunerados, eliminar los accesos a trabajos no seguros y mal pagados. Otro aspecto relevante, es eliminar la violencia contra las mujeres, ya sea física o psicológicamente, avanzando en las regulaciones y las leyes.
Como ven, hay mucho por avanzar todavía, pero ¿qué podemos hacer por nosotras mismas para comenzar este camino? Quiero recordar que el empoderamiento se trata de un proceso interno, donde sólo necesitamos un mínimo de conocimientos para comenzar a ver logros en nuestra vida.
Partamos por un ejercicio muy sencillo, cuando hablamos de temas “financieros” entran en nuestra mente las creencias limitantes, donde nos bloqueamos, ponemos barreras y nos cerramos antes de comenzar a conversar porque ya nos convencimos de que es difícil, que no es para mí, que no me gustan las matemáticas, etc. Pero muchas veces no nos damos cuenta de que ya practicamos las finanzas y de que somos capaces de hacerlo, sólo que debemos comenzar a ponerle nombre a estas acciones.
Por ejemplo: ¿Cuántas de ustedes lleva un PRESUPUESTO en la casa? Probablemente la mayoría dirá que NO. Pero la verdad es que, SI lo hacemos, aunque sea mentalmente. Ya que cuando recibimos nuestro sueldo o ingreso, en forma automática separamos para los servicios básicos, alimentos o gastos médicos. Esto indica que tenemos la capacidad incorporada de ser previsoras, planificadas y organizadas.
Otros ejemplos: Si sobra dinero, luego de pagar nuestras obligaciones, es probable que lo guardes, ya sea bajo el colchón o en una cuenta, eso es AHORRO y ya lo estás haciendo! Eso sí, sin las ventajas de un instrumento que pague un interés de vuelta. O cuando “anoto” en el almacén de mi barrio y pago a fin de mes, eso un producto de bancario y se llama CRÉDITO, pero sin los intereses que debo pagarle al banco.
Ya vimos y comentamos acerca de estadísticas, ahora veamos el lado positivo y te ayudaré a empoderarte con cifras: Sabías que, en Chile, de acuerdo con la Comisión para el Mercado Financiero – CMF, las mujeres tenemos una mayor disposición al ahorro. Un estudio efectuado en el 2022 nos informa que, de cada 100 productos de ahorro tomados, 58 fueron tomados por mujeres.
Además, ¿sabías que somos el 50,7% de la población? Que somos mas longevas que los hombres o que tenemos una esperanza de vida de 84 años?
Tenemos la materia prima para hacer lo que nos propongamos, solo debemos perder el miedo al empoderamiento económico y aprovechar los conocimientos que tenemos a la mano. El consejo que puedo darte desde mi experiencia es: capacítate, hay muchas formas de hacerlo sin gastar dinero, pero de todas maneras déjame decirte que ya vas en buen camino!
