Bautista Guerrero, uno de los ocupantes del helicóptero siniestrado en el Lago Ranco, dónde el expresidente Sebastián Piñera perdió la vida, dio su versión del hecho.
El joven Guerrero, comentó que el hecho ocurrió de manera de muy rápida, cayó al agua y en ese momento logró abrir la puerta del helicóptero.
“Apenas momentos del despegue hubo problemas. Por poca visibilidad dimos la vuelta por donde se podría ver mejor sobre la costa y ahí nos topamos con el agua”, relató Bautista Guerrero.
Minutos antes del viaje de ida a la casa del empresario y amigo del exmandatario José Cox, Piñera le explicó a Bautista qué es lo que se debía hacer en caso de emergencia con las puertas, como la eventualidad de caer al lago, lo que terminaría siendo lo que salvaría a los tres sobrevivientes.
Guerrero asegura que la nave cayó al agua, pero no le pareció un golpe fuerte. Lo que, si asegura el joven, es que el helicóptero comenzó a hundirse inmediatamente.
“Abrí la puerta primero, luego me quité el cinturón y al llenarse el helicóptero salí. Los audífonos se me salieron solos. Fue todo muy rápido. El agua era oscura y profunda”, añadió.
Otro detalle que señala Bautista Guerrero es que con mucha dificultad logró salir su padre, Ignacio Guerrero, quien iba sentado al lado del fallecido exmandatario, y luego su hermana, Magdalena Piñera.
También señala que, tras el accidente, “no alcanzaron a nadar hacia la orilla porque rápidamente José Cox junto a su hijo llegaron en lancha y también se acercó otra embarcación para rescatarlos”.
Por último, Bautista destacó la figura de Piñera como hombre y mandatario. Además, se mostró humilde al reconocer que gracias a su rápido actuar logró salvar tres vidas.
Junto a esto, el joven contó que la familia Piñera le agradeció por lo que hizo.