Los murciélagos tienen un rol clave en los ecosistemas del mundo, la mejor forma de protegerse es mantenerse lejos de ellos.
La rabia es un virus que se mantiene en la saliva de los murciélagos por lo que una mordedura, que causa una herida abierta, es infectiva.
El virus también conocido como Rhabdoviridae se caracteriza por su forma cilíndrica o de bala y que se encuentra presente en una variedad de anfitriones que abarcan desde plantas hasta mamíferos, incluyendo seres humanos.
La sintomatología de esta enfermedad consiste, sobre todo, en una encefalitis, ya que el virus se aloja en el cerebro, de ahí su alto nivel de mortalidad. La manifestación de la enfermedad se da en un periodo prodrómico que dura de dos a diez días con signos y síntomas inespecíficos como cansancio, cefalea, fiebre, náusea, vómito y parestesias en el lugar de la herida.
Otra de las enfermades que pueden causar estos animales, serian:
Sarampión: Enfermedad vírica que es común en niños y se «pasa» sin problemas tiene graves consecuencias si no se ha sufrido y se contagia uno siendo adulto. Entre las complicaciones más graves están la esterilidad. Puede, incluso, llegar a ser mortal.
Paperas: Es una enfermedad para la que hay vacuna. Todos nosotros estamos vacunados contra ella. Nos suelen vacunar durante la infancia. Pero las vacunas pierden su poder con el paso del tiempo. La posibilidad de sufrirlas es leve, pero no improbable, aunque afecta más a países en desarrollo.
Gripe: ésta muta cada año y puede recombinarse con los virus específicos de los murciélagos.
Si encuentra un murciélago en su casa, hable con un profesional de atención médica o de salud pública, el murciélago debe ser capturado y podría necesitar pruebas de detección de rabia.
Llame a la oficina de control de animales, a una agencia de conservación de vida silvestre o a una agencia de salud pública para obtener ayuda.