Si eres de las mujeres que evita sentarse en la taza del baño público. Expertos advierten que “flotar” sobre la taza, en lugar de sentarse, podría tener consecuencias
Muchas mujeres evitan sentarse en la taza del baño público por preocupaciones sobre la limpieza. Sin embargo, esta precaución podría tener efectos negativos en la salud. Al “flotar” sobre la taza en una posición de sentadilla, se contraen entre un 30 y 40% de los músculos responsables de vaciar la vejiga, según la Dra. Carol Figuers, experta en terapia física.
Cuando te sientas en la taza, permites que los tejidos que rodean la vejiga se relajen, facilitando la salida completa de la orina. Al mantenerse “flotando“, algunos músculos permanecen contraídos, lo que puede dejar una pequeña cantidad de orina en la vejiga incluso después de orinar.
Esta orina residual puede causar problemas, como escapes involuntarios al estornudar, toser o reír, ya que los músculos no se relajan por completo. Además, la acumulación de líquido en la vejiga puede irritar sus paredes internas, generando más urgencia o frecuencia para ir al baño.
Los especialistas sugieren que, en lugar de evitar sentarse, es mejor cubrir los bordes de la taza del baño si la limpieza es una preocupación. Esto permitirá que los músculos se relajen correctamente y asegurará una evacuación completa de la vejiga.
Priorizar la higiene y aprender a utilizar los baños públicos de manera segura puede ayudar a las mujeres a evitar problemas de salud innecesarios mientras garantizan su comodidad.
