Columna de Jorge Elías, Comunidad del Maule por Palestina
Con frecuencia, los noticieros omiten el contexto histórico al abordar los acontecimientos en Palestina, especialmente en lo que respecta a los ataques llevados a cabo por palestinos en los territorios ocupados que hoy forman parte de Israel. Para comprender mejor Israel, es esencial explorar su origen.
El Israel moderno que conocemos hoy en día se forjó a partir de la fusión del movimiento sionista con ideas socialistas, algunas de las cuales también tenían influencias del marxismo. Esta evolución del sionismo fue necesaria para legitimar su expansión y se basó en la noción de que el pueblo judío era el “pueblo elegido”. Sin embargo, esto no era suficiente; necesitaban un mecanismo político que les permitiera expandirse y justificar la ocupación de Palestina.
Para entender cómo se creó Israel, podemos dividir su historia en cuatro fases, que muestran cómo este estado ha cambiado y se ha adaptado según sus necesidades.
Fase 1:
Implementación del “socialsionismo” El sionismo aspiraba a la totalidad de la Palestina histórica y se apoyaba en la ideología del “socialsionismo”, liderado por figuras como Ben Gurion. Esto se debió en parte a la búsqueda de la creación de un Estado étnico para el pueblo judío y a la victoria de los grupos de izquierda sionista sobre la visión de la propiedad privada de la tierra palestina. Esto condujo a la creación de los kibutz y a la expropiación de tierras palestinas.
Fase 2:
Legalización de la ocupación a través de tácticas de saqueo y vandalismo Para obtener el control total de las tierras palestinas, se utilizaron tácticas de saqueo y vandalismo perpetradas por grupos como la Haganá. A nivel internacional, se presentaron como un pueblo oprimido y sin hogar, lo que les permitió justificar estos actos como una especie de “revolución”. La ideología socialista sionista influyó en estos métodos violentos para validar la expropiación de tierras palestinas.
Fase 3:
Comienzo del desastre palestino Con la ideología socialista arraigada en el sionismo
y el Holocausto como justificación, los palestinos perdieron sus tierras y se enfrentaron al Nakba (desastre palestino). El 56% de Palestina se destinó al futuro estado sionista, separando la Franja de Gaza de las regiones agrícolas circundantes. Se promulgó la “ley de tierras baldías”, que permitió la expropiación de tierras palestinas sin cultivo o con cultivo limitado. Esto se llevó a cabo ya que la mayoría de los campesinos árabes fueron forzados a huir y no se les permitió regresar.
Fase 4:
La transformación del sionismo Una vez establecido Israel, las ideas socialistas ya no eran rentables. En 1973, surgió el Likud, un partido que inicialmente defendía el
sionismo y luego abogaba por una economía de libre mercado. Sin embargo, Israel continuó defendiendo los asentamientos ilegales y la expropiación de tierras palestinas.
Promovieron la cultura judía y el nacionalismo a través de la educación, presentando a los palestinos como una amenaza constante y justificando masacres.
En la actualidad, Israel ha llevado a cabo numerosas agresiones en territorio palestino, pero los medios a menudo no destacan que los palestinos son los ocupados. La complicidad de las Naciones Unidas y la falta de reconocimiento completo de Palestina como estado han dejado a los palestinos vulnerables y desprotegidos bajo el derecho internacional. Además, es importante tener en cuenta que estos acontecimientos actuales en Palestina ocurren en un contexto en el que el gobierno israelí está siendo cuestionado por llevar a cabo una reforma judicial que es la “piedra angular de la política de la nueva coalición nacionalista-religiosa de Israel liderada por Netanyahu”.
Dentro de la agenda política de esta coalición se encuentran debates polémicos, como la promesa de anexar Cisjordania. Los socios de Netanyahu rechazan la solución de dos Estados para el “conflicto” entre Israel y los palestinos, que propone un Estado palestino independiente en Cisjordania junto a Israel, compartiendo Jerusalén como capital.
En este contexto, es evidente que los palestinos a menudo son vinculados con el terrorismo en la narrativa mediática, lo que puede llevar a la omisión de su derecho a defenderse y a la falta de reconocimiento de las agresiones previas de Israel. La historia demuestra que la situación en la región ha tenido solo un agresor, y no se puede simplificar únicamente atribuyendo la responsabilidad del “conflicto” a la respuesta de los palestinos ante estas masacres llevadas a cabo por el Estado Israelí.
Además, la situación actual se da en un momento en el que el liderazgo israelí, encabezado por Netanyahu, enfrenta un intenso escrutinio y cuestionamiento político. Esto plantea dudas sobre si las acciones en territorio israelí están siendo utilizadas de manera oportunista o como una distracción en medio de desafíos internos del ocupante.
En última instancia, la resolución de esta ocupación requiere un enfoque equitativo que reconozca los derechos de los palestinos, las masacres constantes de las que han sido objeto los palestinos además de usurpación de sus territorios llevando esto a que la lucha armada Palestina se da en un contexto de buscar independencia y que si el mundo le da la espalda no queda otro camino que defender su tierra por una vía violenta que recalcamos es el último fin.
Negar el contexto histórico y simplificar las reacciones de la ocupación como una cuestión de “terrorismo” frente a “seguridad” choca ante la realidad. Se necesita un diálogo
genuino, el que Israel alguna vez respete del derecho internacional(ese que irónicamente es el que le da impunidad a la ocupación)y un esfuerzo concertado para abordar las causas de la ocupación y como esta realidad han moldeado a la sociedad Palestina que ha sido la víctima y prueba de la hipocresía de los medios que no dudan en llamarlos “terroristas” desconociendo todo lo que rodea la causa Palestina.
Gaza resiste, Palestina existe.
Fuentes: “centinelas de la civilización” de Max Nordeau
“Hechos de Israel” del ministerio de relaciones exteriores de Jerusalén
” Hebreo soy” Gustavo Daniel Perednik
“Estado Judío” Theodor Herzl
