Según información entregada recientemente por la OMS, el consumo de edulcorantes tiene potencial para generar distintas patologías a largo plazo y recomienda evitarlos endulzando los alimentos de forma natural.
El aumento de peso corporal y de enfermedades crónicas, figuran como uno de los principales efectos del uso sostenido y prolongado de los endulzantes artificiales supliendo el azúcar.
Así lo señaló Andrea Torres Geldres, nutricionista y académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Talca, frente a las recientes declaraciones de la OMS, que desaconsejó el uso de estos alimentos.
“Los estudios hablan de que a largo plazo logran todo lo contrario; aumento de peso corporal y de perímetro de cintura, por lo tanto, obesidad abdominal y por ende el desarrollo de patologías cardiovasculares” señaló Torres.
Considerando la existencia de distintas variedades de edulcorantes, la profesional explicó: “Hay algunos endulzantes que tienen mayor riesgo como por ejemplo la sacarina y la sucralosa”. Junto a esto, también indicó que es importante poner atención a la cantidad que se consume para así, prevenir efectos contraproducentes en su uso.
Sin embargo, existen algunos de estos productos, como tagatosa, alulosa y eritritol, cuyo uso periódico podría ayudar a quienes deban dejar el azúcar refinada. Torres sostuvo que, “a corto plazo el uso de endulzantes artificiales puede servir para el control de peso, pero la idea de indicarlos es la reducción en consumo de azúcares simples”.
Por su parte, Ana Peralta Madariaga, directora del Centro de Inocuidad Alimentaria de la misma casa de estudios detalló:“un edulcorante es algo que se adiciona a los alimentos, y por tanto siempre va a estar en el límite de que, frente a un exceso, se pueda transformar en un peligro de producir una enfermedad”.
En el caso de endulzar los alimentos, sugirió preferir “aquellos naturales o provenientes de plantas como, por ejemplo, la miel o el que proviene del jugo de coco, o siropes”.