Los orígenes de esta conmemoración están en la Revolución Industrial en Estados Unidos.
Este primero de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador, el cual tiene como objetivo conmemorar, en todo el mundo, el movimiento obrero y su fuerza laboral como una de carácter reivindicatorio. Así, su origen se remonta a finales del siglo XIX en Estados Unidos.
En esos años, en plena Revolución Industrial, hombres, mujeres, niños y ancianos trabajaban por igual más de doce horas diarias en fábricas, por lo que esta fue una de las razones por la cual los trabajadores se movilizaban, a fin de trabajar sólo ocho horas diarias.
Así es como fueron naciendo leyes básicas laborales en respeto y resguardo de los derechos laborales de los trabajadores. Sin embargo, en la época el único límite que existía era el no hacer trabajar a una persona más de 18 horas sin causa justificada y la consecuencia era una multa de 25 dólares.
La huelga comenzó el primero de mayo de 1886 en Chicago, en donde la jornada de protesta estuvo marcada por enfrentamientos entre la policía y los trabajadores. Fue tanta la violencia con la cual se reprimió esa movilización que cinco trabajadores, dentro de los muchos detenidos, fueron condenados a la horca.
“Los mártires de Chicago”, así se les conoció a estos cinco manifestantes, entre los cuales estaban tres periodistas, un tipógrafo y un carpintero.
En honor a lo experimentado por los trabajadores durante esta huelga, este 1 de mayo se conmemora el Día del Trabajador, ya que, consiguieron el establecimiento de derechos básicos en el ámbito laboral, tales como:
- Reducción de la jornada laboral a 8 horas.
- Seguridad Social para los trabajadores: Seguro contra Enfermedades, Accidentes de Trabajo, Invalidez y Vejez.
- Igualdad salarial.
- Derecho al salario mínimo.
- Disfrute de vacaciones.
- Bonificaciones.
- Pago de días festivos.
- Derecho a la Asociación Sindical.
- Derecho a la huelga.
Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los movimientos sociales también tuvieron gran importancia en nuestro país, siendo así parte fundamental de la vida política, reivindicando ciertas prácticas para que los trabajadores tuviesen un mejor calidad de vida.
Así, entre 1902 y 1908 se produjo una escalada de movilizaciones sociales: la huelga portuaria de Valparaíso, en 1903; la huelga de la carne, en Santiago, el año 1905, y la masacre de Santa María de Iquique, en 1907, son algunos ejemplos de las movilizaciones reivindicativas de los trabajadores chilenos.
El derecho al descanso dominical, a mejoras en las viviendas obreras y la Ley de Accidentes del Trabajo fueron las primeras reivindicaciones logradas por el movimiento social.
