Desde un tiempo a esta parte, los ciudadanos de la capital de la Región del Maule han visto un incremento de resaltos reductores de velocidad, más conocidos como “lomos de toro”. La ciudad se ha plagado de estos como una medida para limitar los accidentes de tránsito. Sin embargo, en casos de emergencias estos resultan contraproducentes, significan un retraso en el accionar de ambulancias, bomberos o carabineros. Inclusive, según la misma seremi de Transportes, no existió coordinación entre el municipio (entidad que los instaló) y la secretaría ministerial.
¿Qué ocurrió?
El pasado 2 de marzo la Municipalidad de Talca afirmó la construcción de 100 reductores de velocidad en la ciudad como parte de su plan para mejorar la viabilidad en el lugar, así mismo, el alcalde Juan Carlos Díaz señaló esta acción como parte del “compromiso con nuestros vecinos y vecinas”. El plan municipal, también contempló trabajos relacionados a la construcción de pavimentación de las calles.
Los reductores de velocidad son dispositivos que se instalan en las calles o carreteras para reducir la aceleración de los vehículos que circulan por ellas. Éstos, pueden tomar diversas formas, incluyendo badenes, lomos de toro, resaltos, entre otros.
Su principal objetivo es mejorar la seguridad vial, especialmente en zonas donde hay peatones, bicicletas, áreas escolares, residenciales o áreas urbanas con alta densidad de tráfico.
¿Qué son los “lomos de toro”?
Según la Comisión Nacional de Tránsito (Conaset), son llamados lomos de toro aquellos “elementos físicos con deflexión vertical que obligan al conductor a reducir la velocidad independientemente de su voluntad. Con el propósito de uniformar las solicitudes de petición de resaltos reductores de velocidad en vías de la red vial básica de una ciudad por parte de los municipios”.
Según la misma Comisión, los lomos de toro se justifican cuando existen “riesgos por exceso de velocidad. Esto puede ser determinado por observaciones de los técnicos de la municipalidad apoyados con solicitudes de la comunidad. Puede considerarse que existen riesgos cuando se aprecian conflictos entre usuarios (vehículo/peatón, vehículo/vehículos, etc). El técnico debe asegurarse que no existan otros factores contribuyentes de mayor relevancia que estén contribuyendo a los riesgos”.
Sin embargo, en algunos casos los reductores de velocidad pueden causar daños a los vehículos, especialmente si son pasados con mucha rapidez. Por lo tanto, es importante que los conductores tomen precaución al acercarse. Pero estos son sólo algunos de los casos de la cotidianidad, ya que también se ven afectados los transportes de emergencias, ya que no pueden concurrir con la inmediatez que una urgencia demanda.
Reclamo de los vecinos
En las primeras horas del anuncio del alcalde, los habitantes del lugar comenzaron a expresar su descontento, especialmente a través de redes sociales, donde varios usuarios señalaron que estos “lomos de toro” no cumplen con la normativa, que los reductores de velocidad construidos dificultan al momento de conducir ya no poseían suficiente color amarillo ni luces que resalten que existe un resalto en el camino.
Seremi de Transportes no estaba al tanto de la instalación
En esa línea, la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones de la Región del Maule (Seremitt), Ximena Oliva Aravena comentó a El Centro que la instalación de los lomos en Talca, fue llevada a cabo por el municipio sin entregar los decretos correspondientes a la seremia.
“Yo tampoco sé dónde están las autorizaciones porque no han llegado a nosotros como ministerio para ser autorizados y aparentemente son de construcción del municipio. Ya se lo hemos manifestado al alcalde y a los concejales para que puedan resguardar esto. (…) Y esto es una información que le transmitimos a todos los alcaldes y a toda la gente: El lomo de toro no es la única herramienta para disminuir la velocidad. Existen otros difusores de velocidad como las tachas, los tachones y otras alternativas”, aseveró la autoridad regional.
REVISA ESTAS AFIRMACIONES EN LA TRANSMISIÓN EN VIVO
En ese sentido, problematizó sobre cómo los lomos afectan en caso de emergencia: “El lomo de toro tiene la gran complejidad que cuando pasa una máquina grande, por ejemplo un camión de bomberos, una ambulancia, un bus, ese generalmente tiene problemas con su estructura y tiene que andar mucho más lento”.
Entonces profundizó: “Es decir, cuando necesitamos que los bomberos lleguen rápido a un incendio, el lomo de toro disminuye demasiado la velocidad y además afecta al equipamiento. Así que ese es el punto de por qué no nos gustan los lomos de toro. No porque no queramos ponerlos, sino que porque la verdad no son la mejor herramienta. Pero hay otras alternativas que les invito a conocer en Conaset.cl”.
De este modo, si los lomos de toro efectivamente no están regularizados, Contraloría puede ordenar su retiro. Así lo explicó la Seremitt: “La verdad es que si alguien hace una denuncia a Contraloría, que nos ha pasado con otros municipios, nos llega la indicación y tienen que sacarlo si es que no están regularmente autorizados”.
En la misma oportunidad, el concejal y presidente de la Comisión de Transporte, Ervin Castillo, realizó una autocrítica sobre esta realidad: “Creo que nos hace falta mayor coordinación y escucharse más con las instituciones”, cerró.
