En época de cambios térmicos, una experta de la UTalca entrega consejos para proteger zonas vulnerables del cuerpo y prevenir enfermedades respiratorias.
Con la llegada de la temporada de transición entre estaciones, las variaciones bruscas de temperatura se han vuelto habituales. Frente a este escenario, Francisca Adriazola, académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Talca, entregó recomendaciones para prevenir resfríos y otras enfermedades respiratorias.
La especialista explicó que mantener una temperatura corporal estable es crucial para evitar infecciones. “El aire helado puede irritar las vías aéreas y generar infecciones”, advirtió, destacando la importancia de proteger zonas específicas del cuerpo como la cabeza, las manos y los pies, donde se produce una mayor pérdida de calor.
Cubrir la nariz y la boca también es esencial. “Esta barrera hace que al respirar el aire sea un poco más tibio, lo que necesita nuestra vía aérea para mantener su equilibrio óptimo”, señaló Adriazola, agregando que de esta forma se reduce el riesgo de afectar las vías respiratorias inferiores, vulnerables ante virus como influenza o Covid-19.
La académica recomendó el uso de bufandas, cuellos, guantes y gorros para conservar el calor corporal, además de evitar cambios bruscos de temperatura. “Cuando el cuerpo se somete a un cambio brusco de temperatura, no tiene tiempo suficiente para adaptarse”, explicó.
Una de las estrategias más eficaces, indicó, es vestirse por capas. La primera capa debe ser de tela sintética que mantenga la piel seca, evitando materiales como el algodón, que absorbe humedad. La segunda capa ayuda a mantener el calor corporal, mientras que la tercera capa, idealmente un cortavientos, actúa como barrera contra la humedad y el frío exterior.
“Nuestro cuerpo funciona en un equilibrio biológico y celular, que se altera con los cambios térmicos bruscos”, enfatizó Adriazola, llamando a extremar los cuidados durante esta época.