Este 22 de abril se cumplen 55 años del Día de la Tierra, una conmemoración global que llama a la acción frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Este 22 de abril, el mundo conmemora una nueva edición del Día de la Tierra, efeméride que cumple 55 años desde su primera celebración en 1970. La fecha busca generar conciencia ambiental, exigiendo compromisos reales para proteger la biodiversidad y enfrentar el cambio climático.
El origen de esta jornada se remonta a la década de 1960, cuando el senador estadounidense Gaylord Nelson impulsó una manifestación ambientalista sin precedentes. El evento, organizado en 1970 con el apoyo del activista Denis Hayes, movilizó a 20 millones de personas y generó un cambio institucional: ese mismo año se fundó la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA).
“Fue algo frenético. Nos llegaban telegramas, cartas y consultas desde todo el país”, relató Nelson en un ensayo antes de su fallecimiento en 2005.
A partir de ese hito, la comunidad internacional comenzó a incorporar el enfoque ambiental en sus agendas. En 1972, la Conferencia de Estocolmo sentó las bases para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente.
Luego, en 1992, durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, se firmaron acuerdos clave como la Agenda 21 y la Declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, marcando un punto de inflexión para la sostenibilidad global.
Finalmente, en 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas oficializó el Día de la Tierra a través de una resolución firmada, consolidando su relevancia como jornada de reflexión y acción planetaria.
En tiempos marcados por incendios forestales, sequías y eventos climáticos extremos, el mensaje de este día se vuelve más urgente: “La Tierra nos está hablando. Es hora de actuar”, advierten desde organizaciones ecologistas.