Inspirado en mitos chilenos y la religiosidad rural, “Villa de las Mercedes” mezcla horror psicológico, arquitectura colonial y folklore local.
Con información del medio asociado: BBCL.
Rodrigo Salgado, comunicador audiovisual y desarrollador independiente, da vida a “Villa de las Mercedes”, un videojuego chileno de terror que mezcla mitología criolla, horror religioso y estética retro. Ambientado en una ficticia provincia chilena durante los años 70, el juego relata la historia de María, una estudiante que debe enfrentar fuerzas demoníacas mientras intenta llegar desde el campo a su colegio de monjas.
“El Diablo es el más grande villano, como en los clásicos mitos de la zona central”, explicó Salgado a BioBioChile, agregando que el juego rescata la arquitectura colonial del Maule, destruida por terremotos.
Inspirado por obras como Silent Hill, Resident Evil y Dino Crisis, el proyecto toma también referencias del cine Giallo y el animé japonés. Además, destaca por su desarrollo íntegramente chileno, con voces en español local y subtítulos en varios idiomas.



Un videojuego “Indie” que nace de la experiencia propia
La propuesta no solo tiene elementos sobrenaturales, sino también autobiográficos. “Crecí en un pueblo muy chico, lleno de fanatismo religioso. Tenía un tío que trabajaba en una iglesia y vivía experiencias paranormales”, cuenta Salgado.
Agrega que su historia personal de marginación influyó directamente en la construcción del personaje principal. “Vivía con autismo en un entorno pobre. Todos me odiaban en el pueblo. Eso me llevó a escribir a María, una chica muy extraña a la que todos rechazan, como si el Diablo los tuviera malditos”.
El videojuego podrá ser agregado a la lista de deseos de Steam a fines de este mes, y su tráiler con acceso anticipado se espera para mayo.
Salgado, de 42 años, dejó la publicidad durante la pandemia y aprendió a programar videojuegos de forma autodidacta. “Perdí mi empleo y me refugié en los videojuegos. Aprendí viendo tutoriales por cuatro años”, afirma.
Con más de dos años de trabajo invertidos en el desarrollo, hace un llamado a empresas y patrocinadores a apoyar su proyecto: “Hagamos que Villa de las Mercedes no sea solo un juego mío, sino de todos los chilenos”.