Un buque con más de 5 millones de cajas de cerezas chilenas sufrió una falla en su motor y quedó a la deriva por más de 50 días. La carga, valorada en US$115 millones, finalmente llegó a China, pero el incidente genera preocupación en la industria frutícola.
Un carguero con más de 1.300 contenedores de cerezas chilenas quedó a la deriva en altamar tras sufrir una avería en su motor principal, lo que retrasó su llegada a China, el mayor mercado de exportación de esta fruta. El incidente afectó a una carga valorizada en US$115 millones, generando incertidumbre en la industria frutícola nacional.
El buque Maersk Saltoro zarpó desde el Puerto de San Antonio, pero tras la falla mecánica, permaneció más de 50 días sin poder avanzar, lo que generó preocupación entre exportadores y productores chilenos. Pese a que la nave finalmente llegó a su destino, el retraso coincide con un complejo escenario en China, donde una sobreproducción de cerezas ha impactado los precios.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, calificó la situación como una “pesadilla” y responsabilizó a la compañía operadora del buque por la avería. A pesar de este incidente, las exportaciones frutícolas chilenas alcanzaron en enero de 2025 un récord de US$2.660 millones, con las cerezas frescas liderando los envíos.
Este episodio refleja la vulnerabilidad del sector exportador chileno ante problemas logísticos y la necesidad de fortalecer la cadena de suministro para evitar futuras crisis que afecten la competitividad del país en los mercados internacionales.

Pérdida de viabilidad comercial
En conversación con Expreso Bío Bío, el presidente de Fedefruta, Víctor Catán, comentó que la carga “no podrá venderse ni cubrir los costos de producción”. Además, enfatizó que el servicio contratado no cumplió los plazos, lo que obligaría a desechar la carga, generando altos costos adicionales para los productores.
Las pérdidas podrían superar los 150 millones de dólares, afectando gravemente a los agricultores. Catán exigió que las navieras activen los seguros que pagan los productores y criticó el silencio de Maersk frente a la crisis.
Además, advirtió sobre las consecuencias económicas a largo plazo: “Si el flujo económico se corta, los productores no podrán seguir operando y esto tendrá efectos graves en la próxima temporada”.