A 16 aumenta el número de personas afectadas por un brote de ETA tras un viaje municipal a Iloca. La Seremi de Salud del Maule clausuró la carpa utilizada por la Municipalidad de Talca al no contar con autorización sanitaria.
Un brote de enfermedad transmitida por alimentos encendió las alarmas en Iloca, luego de que al menos 16 personas resultaran afectadas tras participar en un programa de verano organizado por la Municipalidad de Talca. La Seremi de Salud del Maule, Gloria Icaza, confirmó que el recinto donde se realizó la actividad no contaba con la autorización sanitaria correspondiente, lo que derivó en su prohibición inmediata de funcionamiento.
Fiscalización y posibles causas del brote
El brote se detectó en el sector La Puntilla, donde se ubicaba la carpa municipal. Según la Seremi, el agua potable del recinto no presentaba irregularidades, pero se identificaron alimentos de alto riesgo, como ceviche, mayonesa y pescado, además de una máquina de lavado de vajilla que podría haber influido en la contaminación.
“Las condiciones del lugar parecían adecuadas, pero la falta de autorización sanitaria es un riesgo para la salud de la comunidad”, declaró Icaza.
Afectados y medidas de seguimiento
Hasta el momento, se han contabilizado 16 personas afectadas, cifra mayor a las 11 reportadas inicialmente por el alcalde (s) de Talca, Ariel Amigo. Los afectados fueron atendidos en Licantén y Talca, y la Seremi investiga si otros asistentes pudieron haber enfermado en días previos.
Para esclarecer la situación, las autoridades sanitarias están contactando a las 215 personas que participaron en el programa municipal en Iloca.
“Es fundamental que quienes presenten síntomas se comuniquen con los servicios de salud, ya que esta investigación permitirá determinar el origen del brote y prevenir nuevos casos”, enfatizó Icaza.
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Falta de apoyo a los afectados
Una de las principales críticas fue la ausencia de asistencia médica cuando los afectados regresaron a Talca. Testigos denunciaron que algunas personas llegaron descompensadas a la Plaza de Armas, sin ambulancias ni atención inmediata.
“La situación fue preocupante, se debió haber coordinado un operativo de salud para recibir a los enfermos”, manifestaron testigos.
Exigencia de fiscalización y responsabilidades municipales
El caso generó cuestionamientos a la Municipalidad de Talca por no contar con los permisos sanitarios necesarios para operar la carpa en Iloca. La Seremi advirtió que se intensificarán las fiscalizaciones en recintos similares para evitar nuevos incidentes.
“Es fundamental que todas las municipalidades cumplan con las normativas sanitarias para garantizar la seguridad de sus actividades”, concluyó Icaza.