La séptima edición de las Huertas Colaborativas de la Universidad de Talca (UTalca) concluyó de forma exitosa.
La instancia se destacó por los significativos aprendizajes adquiridos, la creación de nuevas amistades y la desconexión de la rutina diaria que proporcionó a los participantes. El proyecto, desarrollado por el Departamento de Sustentabilidad de la casa de estudios, busca promover el cultivo de alimentos y, al mismo tiempo, generar espacios de bienestar y conexión con la naturaleza para la comunidad universitaria.
Este año, 25 personas, entre funcionarios, estudiantes y académicos de la UTalca, participaron activamente en el taller. Este se llevó a cabo en el Jardín Botánico y Arboretum del Campus Talca.
Durante tres meses, los participantes se involucraron en todo el proceso de cultivo, desde la preparación del terreno hasta la cosecha de hortalizas, aprendiendo a cultivar sus propios alimentos en un ambiente colaborativo y educativo.
El aporte de las huertas a la comunidad
Según Karin López, jefa del Departamento de Sustentabilidad de la UTalca, el taller no solo brindó conocimientos prácticos sobre horticultura. También permitió conocer las especies de plantas a través de la siembra de semillas y el trasplante de cultivos. Además, por primera vez, los participantes contaron con el apoyo constante de un miembro del equipo del Jardín Botánico. Este les brindó orientación en áreas clave como el riego y el cuidado de las plantas.
Misael Errázuriz, encargado del taller y funcionario del Jardín Botánico, destacó que los conocimientos adquiridos durante el curso son útiles para quienes deseen establecer huertas en cualquier lugar.
“Tienen que ver con la preparación básica para establecer un huerto en cualquier espacio, ojalá en las casas de los participantes o una huerta de carácter comunitario”, explicó Errázuriz.
El valor de este tipo de iniciativas fue reconocido por los propios participantes, quienes resaltaron tanto los beneficios educativos como los efectos positivos en su bienestar personal.
La docente Loreto Núñez, del Departamento de Salud Pública, expresó que las Huertas Colaborativas son una “oportunidad maravillosa” para desconectarse de la rutina y comprometerse con el proceso de aprendizaje.
Por su parte, Elizabeth Olivos, asistente académica en Ingeniería en Desarrollo de Videojuegos y Realidad Virtual, quien participó por segunda vez en el programa, señaló que le permitió desconectarse. “Yo recomiendo esta experiencia porque es una forma de desconectarse, aunque sean 15 o 20 minutos diarios. Uno está muy inmerso en todo lo que es el trabajo, al venir acá uno se desconecta y es algo que sirve mucho”, comentó Olivos.