Barcelona se ha convertido en el nuevo centro neurálgico para algunos de los mejores hackers de Israel, conocidos por sus capacidades tanto defensivas como ofensivas.
Estos especialistas, provenientes principalmente de la unidad militar 8200 —la élite israelí en ciberinteligencia—, han decidido trasladar sus operaciones a la capital catalana. Se trata de una ciudad que, según algunos expertos, se ha consolidado como “la capital europea de la industria del ciberataque”.
En los últimos años, la presencia de empresas y profesionales israelíes en Barcelona ha crecido, atrayendo a más de una docena de equipos de élite que, hasta hace poco, operaban exclusivamente en el ámbito militar o en empresas de alto secreto en Israel. Un ejemplo de ello es la compañía Defense Prime, que cuenta con cerca de 60 empleados, incluidos exmiembros de NSO. Esta es empresa reconocida por desarrollar el software de espionaje “Pegasus”.
¿Por qué Barcelona?
El interés de los hackers israelíes por Barcelona tiene diversas explicaciones. La ciudad ofrece un marco legal más flexible que Israel, especialmente en términos de exportación de software a otros países europeos. Esto es crucial en un contexto donde las regulaciones y las sanciones a empresas de ciberseguridad israelíes han limitado el alcance de sus actividades. Además, la capital catalana goza de un ecosistema tecnológico en alza, lo que la convierte en un buen destino para quienes buscan un entorno propicio para innovar en el desarrollo de nuevas vulnerabilidades digitales.
El periodista israelí, Omer Benjakob, advirtió al medio La Vanguardia que, aunque muchos de estos profesionales aseguran tener “buenas intenciones”, su trabajo podría generar riesgos para la seguridad internacional.
“Es positivo para la seguridad nacional de España, pero es potencialmente peligroso, ya que las tecnologías pueden acabar en malas manos”, señaló Benjakob.
Un negocio con futuro
El negocio de la ciberseguridad, particularmente en el ámbito ofensivo, se ha convertido en uno de los sectores más lucrativos a nivel global. El desarrollo de herramientas capaces de explotar vulnerabilidades en sistemas operativos de gigantes tecnológicos como Google y Apple es un mercado en constante crecimiento. En este contexto, las vulnerabilidades digitales se han transformado en una moneda de cambio extremadamente valiosa, y empresas como “Epsilon”, fundada recientemente en España, se dedican precisamente a crear y comercializar estos “agujeros” de seguridad, con un enfoque hacia países y corporaciones occidentales.
España ha superado recientemente a Italia como uno de los referentes en la industria cibernética europea, un cambio que ha atraído no solo a hackers, sino también a empresarios y vendedores del sector, favoreciendo la mudanza de familias enteras de Israel a Barcelona. La atractiva oferta laboral y la posibilidad de acceder a mercados clave como EE. UU., Canadá o Reino Unido son algunos de los factores que han incentivado esta migración.
