La diabetes y las enfermedades periodontales están profundamente conectadas. Un manejo adecuado de ambas puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
La diabetes y las enfermedades periodontales forman un vínculo crítico que puede impactar gravemente la salud si no se maneja adecuadamente. Según la académica de la Escuela de Odontología de la Universidad de Talca, Claudia Descouvieres, ambas condiciones se influencian mutuamente y requieren un enfoque integral para su control.
“La diabetes afecta al sistema de defensa del cuerpo, dificultando la respuesta a infecciones, lo que puede derivar en enfermedades periodontales más severas, como pérdida ósea, movilidad dental y sangrado de encías”, señaló Descouvieres.
Las enfermedades periodontales, causadas por infecciones crónicas en las encías, no solo pueden llevar a la pérdida de dientes, sino que también complican el control de la glucosa en pacientes diabéticos. “Estas infecciones liberan mediadores biológicos en el torrente sanguíneo, dificultando los niveles óptimos de glucosa”, advirtió la experta.
Control y prevención:
El control regular con un dentista es esencial para pacientes diabéticos. Esto incluye la revisión de lesiones de la mucosa oral, caries y enfermedad periodontal. “Un manejo adecuado de las enfermedades periodontales puede facilitar el control de la diabetes”, enfatizó Descouvieres.
La académica destacó la importancia de los controles médicos y dentales periódicos, especialmente en pacientes con un alto riesgo metabólico. Estos controles permiten prevenir complicaciones mayores y mejorar la salud general. A su vez, la profesional indica que la relación entre la diabetes y la salud periodontal es bidireccional, por lo que un buen manejo de ambas es vital para mantener un bienestar integral.
La relación entre la diabetes y la salud periodontal destaca la importancia de una atención integral para prevenir complicaciones mayores. Un manejo conjunto, que incluya controles médicos y dentales regulares, puede marcar la diferencia en la calidad de vida de los pacientes. Mantener una buena salud bucal no solo protege los dientes, sino que también contribuye al control efectivo de la diabetes y al bienestar general.
