A casi dos meses de la muerte de Liam Payne, continúan surgiendo detalles sobre sus últimos momentos. Ahora se filtraron mensajes de texto que el cantante mantuvo con las prostitutas que lo visitaron antes de su fallecimiento.
Estas conversaciones forman parte de la investigación judicial en curso, que sigue desvelando aspectos desconocidos de su vida en las horas previas a su muerte.
En los chats revelados, se observa cómo Payne negocia los términos de una cita con las mujeres, acordando el precio y la duración de su encuentro. A las 9:46 de la mañana, el cantante envió su perfil de Instagram a una de las escorts, proponiéndole una tarifa de 5000 dólares por su tiempo.
El intercambio continuó con detalles sobre la visita al hotel, e incluso Payne invitó a una amiga de la joven a unirse a ellos, acordando el pago y proponiendo una transferencia bancaria para realizarlo.
Desarrollo de la causa judicial
A medida que avanzan las investigaciones, nuevos imputados han sido citados a indagatoria. La jueza Laura Bruniard ordenó que el empresario Rogelio Nores, quien fuera amigo y mánager de Payne, y dos empleados del hotel CasaSur, Braian Paiz y Ezequiel Pereyra, comparezcan ante la justicia. Nores enfrenta cargos por abandono de persona seguido de muerte, mientras que Paiz y Pereyra están acusados de facilitar estupefacientes.
Además, se suman nuevos imputados, como el jefe de seguridad del hotel, Esteban Reynaldo Grassi, y Gilda Martín, gerente del establecimiento. Grassi es señalado por su intervención en la llamada de emergencia antes de la fatal caída de Payne desde el tercer piso del hotel el 16 de octubre.
Confesiones sobre los últimos días de vida del exOne Direction
Uno de los imputados, Braian Paiz, camarero del hotel, ofreció nuevos detalles sobre las últimas horas del cantante. Paiz admitió haber consumido cocaína con el artista, quien le ofreció su reloj Rolex en agradecimiento, aunque Paiz se negó a aceptarlo. En una entrevista, Paiz narró que su primer encuentro con Payne ocurrió el 12 de octubre, cuando el cantante, ya bajo los efectos de las drogas, lo contactó para conseguir más sustancias.
Paiz relató que en su segundo encuentro, dos días antes de la fatal caída, ambos consumieron drogas nuevamente. Aunque la noche incluyó un encuentro íntimo, Paiz aseguró que no observó comportamientos extraños ni agresivos en Payne, quien, según su testimonio, se mostró tierno y preocupado por su bienestar.
En su versión, Paiz sostuvo que no cree que la caída del cantante haya sido intencional, y que la tragedia se produjo cuando lo dejó solo en la habitación del hotel. Paiz también recordó que Payne expresó temor antes de su partida y le ofreció ropa como pago.
Mientras la investigación continúa, el caso sigue sacudiendo el entorno del cantante, con nuevas revelaciones y cargos que mantienen en vilo a los seguidores y a la opinión pública.