Cuba enfrenta una crisis eléctrica significativa desde el viernes, cuando un fallo en la central termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas, provocó un apagón general que afectó a la mayor parte de la isla.
A pesar de los esfuerzos por restablecer el servicio, solo una quinta parte de la población ha logrado recuperar la electricidad, mientras el resto continúa en la oscuridad.
El colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) fue exacerbado por una nueva interrupción a primera hora del sábado, lo que llevó a las autoridades a cancelar clases y restringir actividades económicas, permitiendo únicamente el funcionamiento de empleados esenciales.
Lázaro Guerra, director de la Unión Nacional Eléctrica, anunció que se están implementando microsistemas de generación distribuida para intentar restaurar el servicio.
La amenaza del Huracán Oscar
La situación se complica aún más con la llegada del huracán Óscar, que se encuentra al norte de República Dominicana y avanza hacia Cuba. Se esperan vientos de hasta 140 kilómetros por hora, lo que podría agravar el ya frágil estado del suministro eléctrico.
El Instituto de Meteorología de Cuba ha emitido un aviso de alerta temprana, instando a la población a seguir las recomendaciones de las autoridades para evitar riesgos.
El presidente Miguel Díaz-Canel ha manifestado su preocupación a través de redes sociales, señalando que se están tomando medidas para proteger tanto a la población como a los recursos económicos ante la inminencia del fenómeno meteorológico. La crisis energética y la falta de gas licuado han llevado a muchas familias a recurrir a métodos de cocción alternativos, como el uso de carbón, lo que agrava aún más las dificultades diarias de los cubanos.
