Alejandra Casanova Henríquez, Arquitecta Universidad del Bío-Bío Magíster en Gerencia para el Desarrollo. Especialista en Políticas Públicas, Desarrollo Urbano Territorio y Seguridad Urbana.
Hace pocos días se publicaron los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana -ICVU- 2023, realizado por el Instituto de Estudios Territoriales UC y la Cámara Chilena de la Construcción, que permite conocer un cierto “estándar” de diversas ciudades chilenas.
Estudio que se prepara desde el año 2011 y tiene como finalidad conocer las brechas de calidad de vida urbana en distintas comunas y ciudades de Chile, considerando ciudades intermedias (menos de 250.000 hab.), Áreas Metropolitanas (más de 250.000) y la Región Metropolitana propiamente tal.
Y es que conocer el “estatus” de estas ciudades a través de 6 dimensiones analizadas como son condiciones laborales, ambiente de negocios, condiciones socioculturales, conectividad y movilidad, salud y medio ambiente, y vivienda y entorno; permite visibilizar y reconocer las debilidades y potencialidades para enfocar de mejor manera los esfuerzos en gestión, administración, técnicos, económicos y políticos para un mejor desarrollo de estos territorios.
Dentro del estudio, se consideró la medición de 7 ciudades de la región del Maule, como son Talca, Curicó, Linares, Constitución, Molina, San Javier y Maule; arrojando disimiles resultados en la medición, que mas allá de celebrar o cuestionar, abre importantes flancos de análisis.
De partida mencionar que aun cuando Talca ha variado su estatus los últimos años desde un nivel medio bajo a medio alto, así como Curicó desde bajo a medio alto, en la mencionada calidad de vida urbana, existen aspectos críticos que se debieran revisar. Por ello, tomando el caso de la ciudad de Talca, quisiera referirme a dos temas específicos.
Lo primero, el estudio presenta un nivel medio alto en la dimensión de conectividad y movilidad. Desde ahí aparece una importante contradicción con la realidad, dado que bien es sabido que Talca enfrenta grandes problemas en ese ámbito, como una de las consecuencias de la expansión urbana que ha experimentado con fuerza las últimas décadas.
Tal es el caso de la zona oriente, donde la ruta 5 sur cruza solo por 3 atraviesos formales. El incremento sostenido del desarrollo inmobiliario, residencial y comercial hacia esta zona, no ha ido a la par con el desarrollo e inversión principalmente en infraestructura vial que se requiere. Las vías de conectividad oriente poniente y viceversa son insuficientes para la carga e impacto poblacional de esta creciente área de la ciudad. La saturación y congestión vehicular en horas punta, ha implicado mayor tiempo en el desplazamiento y movilidad de las personas, afectando directamente su calidad de vida.
Esta situación requiere urgente de una gestión y liderazgo por parte de las autoridades, no solo comunales, sino de los sectores involucrados, especialmente Obras Publicas, además de una importante inversión en proyectos estructurales de conectividad, así como el fortalecimiento de las alianzas publico privadas para empujar los objetivos comunes.
Lo segundo se refiere a que Talca arrastra hace años un desafío pendiente y que es convertirse en Área Metropolitana, junto a la comuna de Maule. El estudio mide a Maule individualmente como si fuera una comuna de área metropolitana, y aparece con un nivel bajo en sus resultados. Sin afán de cuestionar una decisión metodológica de la muestra, creo que Maule no debería ser medido como si fuera parte de un área metropolitana, porque en la formalidad no lo es.
A propósito, entonces de lo anterior, es posible inferir que la comuna de Maule no percibe mayores beneficios de la conurbación Talca-Maule, incluso ni siquiera San Javier, como comuna cercana, que también presenta un nivel bajo en la medición, y en tanto, simplemente no podemos considerar que esta sea un área metropolitana consolidada aún.
Conformar el Área Metropolitana Talca-Maule debería ser una gestión prioritaria a ejercer por el Gobierno Regional junto a los municipios involucrados, apenas se pueda dar cumplimiento a las condiciones para esta conformación. Los datos de población del Censo 2024 deberían entregar resultados oficiales para componer la población necesaria, que es uno de los aspectos críticos que deben cumplirse, además de otros que ya debiesen estar encaminados o francamente resueltos.
El énfasis en el punto anterior es justamente porque Talca no debe seguir mirándose como una ciudad independiente y autónoma o simplemente como una comuna, sino como el núcleo de un sistema integrado, articulado y administrado para una Inter comunalidad; especialmente en materias de Transporte Público, Medio Ambiente, Espacios Públicos, Movilidad, Servicios e Infraestructura, entre otros, donde los beneficios se amplificarían directamente hacia las personas.
La ciudad debe planificar su crecimiento y desarrollo buscando el equilibrio desde todas las disciplinas para el bienestar y calidad de vida de las personas. En la práctica, el esfuerzo coordinado tanto de políticas, autoridades, decisiones y sociedad civil debe ir siempre en ese sentido.
