Paula Barrios Goio. Propulsora del empoderamiento femenino, Metropolitan Chair Financial Empowerment G100. Socia de empresa de asesoría e intermediación financiera Bcorp Spa. Speaker de talleres de educación financiera para emprendedores y Fundadora del Podcast Liderarte, el arte de elegir tu vida. Co Founder de la Corporación Impulsa Vichuquén, Mentora en ChileConverge.
¿Sabias que las mujeres representamos el 41% de los emprendedores a nivel mundial? El
emprendimiento femenino no solo está cambiando la economía, sino también la forma en
que las comunidades viven, crece y se desarrollan. Las mujeres emprendedoras estamos
asumiendo roles de liderazgo, enfrentando desafíos y rompiendo barreras, transformando
así la manera en que nos percibimos a nosotras mismas y cómo somos vistas por la
sociedad.
Cuando emprendemos, no solo creamos un negocio; si no que creamos un espacio para
comunidades. No minimicen su propia gestión en sus negocios queridas lectoras, ya que
muchas veces creamos empleos, proporcionamos servicios esenciales, y, en muchos
casos, ayudamos a otros a acceder a recursos y conocimientos que pueden cambiar sus
vidas.
Recuerden que los negocios liderados por mujeres tienden a tener un impacto directo en
la educación, la salud y el bienestar de sus comunidades, ya que según el Banco Mundial,
las mujeres reinvertimos el 90% de nuestros ingresos en nuestras familias y
comunidades, versus un 40% de los hombres.
Hoy en día nosotras las mujeres, estamos redefiniendo el concepto de liderazgo en los
negocios a través de nuestro estilo, más colaborativo, inclusivo y empático, esto está
demostrando ser no solo efectivo, sino también necesario en un mundo que demanda un
enfoque más humano y sostenible en los negocios.
Pero… a pesar de estos logros, enfrentamos numerosos desafíos a diario. Desde la falta
de acceso a financiamiento hasta la ausencia de redes de apoyo, los obstáculos son
muchos. Pero también lo son las oportunidades. Cada vez más, gobiernos,
organizaciones y comunidades están reconociendo el valor del emprendimiento femenino
y están creando iniciativas para apoyarnos en nuestros esfuerzos empresariales.
Es fundamental que nosotras mismas partamos por reconocer nuestro valor y nos
animemos a dar el paso hacia el emprendimiento. El miedo al fracaso, a veces por la falta
de modelos a seguir, es una barrera importante, pero es crucial recordar que cada paso
hacia adelante, cada intento, es un aprendizaje y una oportunidad para crecer.
Lo importante es dar el paso hacia ese empoderamiento, que nos llevara a impactar las
comunidades de donde pertenecemos, a través de nuestros emprendimientos y desde
luego, marcar una diferencia.
Cada vez que una mujer decide emprender, está desafiando un sistema que ha sido
históricamente excluyente. Y cada éxito, por pequeño que sea, es una victoria que inspira
a otras a seguir sus pasos. El emprendimiento femenino es, sin duda, ¡¡un motor de
cambio social que tiene el poder de transformar comunidades enteras!!
Mis queridas lectoras, lo que quiero decir en esta columna es que el emprendimiento
femenino no es solo una tendencia pasajera, es una revolución en marcha como dice el
encabezado. Una revolución que no solo está cambiando la forma en que nosotras
participamos en la economía, sino también cómo nos percibe en la sociedad. Es un
movimiento que está desafiando estereotipos, promoviendo la equidad y, lo más
importante, creando un impacto positivo y duradero en nuestras comunidades.
En conclusión, cada mujer que decide emprender está haciendo muchísimo más que
iniciar un negocio; está trazando un camino de cambio, abriendo puertas para otras y
demostrando que el liderazgo femenino es poderoso, necesario y transformador. No
permitas que esas barreras internas y externas detengan tus planes. Cree en tu
capacidad para impactar tu vida y la de tu comunidad. Cada paso que des hacia tus
sueños es un paso más hacia un mundo más justo, inclusivo y lleno de oportunidades
para todas. Y como te he comentado en otras columnas, no estás sola en este camino;
somos muchas y juntas podemos hacer la diferencia.
Y esta revolución… es solo el comienzo.
