El Ministerio de Educación (MINEDUC) ha anunciado que, por primera vez, se aplicará el Simce de inglés a nivel nacional en 2026.
Con el objetivo de evaluar con mayor precisión las competencias lingüísticas de los estudiantes. Esta prueba se aplicará a una muestra representativa de alumnos de 8° básico, y se enmarca en las modificaciones del Plan de Evaluaciones Nacionales e Internacionales 2021-2026, formalizadas en abril de este año.
Este nuevo Simce de inglés busca abordar la preocupación creciente por el bajo dominio del idioma entre los jóvenes chilenos.
Un estudio reciente de la Agencia de Calidad de la Educación, que evaluó a estudiantes de III medio, reveló que un preocupante 68% de los jóvenes se encuentra en el nivel principiante (A1) de competencia en inglés, según el Marco Común Europeo para el Aprendizaje de Idiomas. Solo un 32% de los estudiantes alcanzó los niveles básico e intermedio (A2 y B1), lo que indica una gran brecha en las habilidades lingüísticas que limita las oportunidades de desarrollo personal y profesional de los estudiantes.
A pesar de que el inglés es considerado una habilidad clave para la empleabilidad y el desarrollo personal, como lo demuestra el “Global English Language Report”, que destaca que solo el 18% de los chilenos se considera hablante avanzado de inglés, el país aún enfrenta desafíos significativos en la enseñanza de este idioma. Según el informe, un impresionante 85% de los chilenos está aprendiendo o tiene la intención de aprender inglés, pero las barreras como el alto costo, la falta de tiempo y la falta de confianza siguen siendo obstáculos importantes.
Felipe Opazo, coordinador de Formación General e Idiomas en la Universidad de la Frontera (UFRO), subraya la importancia del aprendizaje del inglés para mejorar las oportunidades laborales. “Aprender inglés ha sido beneficioso para un 41% de los chilenos, quienes han visto un aumento promedio del 25% en sus ingresos. Esto demuestra que dominar el idioma no solo es crucial para el desarrollo personal, sino también para el crecimiento económico“, señala Opazo.
Sin embargo, los resultados actuales indican que la educación en inglés en Chile requiere una revisión profunda. Malba Barahona, profesora asociada de la Facultad de Educación UC, destaca varios factores que contribuyen a los bajos resultados, como la falta de profesores calificados, el uso de textos escolares inapropiados y métodos de enseñanza tradicionales que no se adaptan a las necesidades actuales de los estudiantes. Barahona también señala que la desigualdad socioeconómica juega un papel crucial, afectando el acceso a recursos educativos y perpetuando las brechas en el aprendizaje del inglés.
Por su parte, Rose Mery Arce, profesora de inglés y creadora del perfil @ingles.enchile, observa que muchos de sus estudiantes adultos, que ya son profesionales, poseen un nivel de inglés muy básico. “Lo que dominan es un poco de vocabulario, pero hablan muy poco o casi nada”, comenta, subrayando las deficiencias en la formación lingüística desde temprana edad.
El informe de la Agencia de Calidad de la Educación concluye que para mejorar el nivel de inglés en los estudiantes chilenos es necesario adoptar un enfoque integral. Esto incluye la capacitación continua de los docentes, la actualización de los materiales educativos y la creación de un entorno que promueva la práctica constante del idioma.
La implementación del Simce de inglés en 2026 se presenta como una oportunidad para medir y mejorar el nivel de inglés de los estudiantes, proporcionando datos clave para orientar futuras políticas educativas. Este esfuerzo es parte de una estrategia más amplia del MINEDUC para asegurar que los estudiantes chilenos estén mejor preparados para enfrentar los desafíos del siglo XXI, en un mundo donde el dominio del inglés es cada vez más esencial.