Este martes 13 de agosto, la Minera Escondida, ubicada en el norte de Chile y responsable del 5,4% de la oferta global de cobre, paralizó sus actividades debido al inicio de una huelga legal liderada por el Sindicato Nº1.
Los trabajadores exigen mejoras en sus condiciones laborales, incluyendo un aumento en el tiempo de descanso, ajustes en los bonos variables, y una indemnización total para los trabajadores despedidos, superando lo establecido por la legislación chilena.
Contexto de la huelga
La huelga comenzó a las 08:00 horas del martes, afecta a la mina de cobre más grande del mundo, situada en Antofagasta. Con 2.380 afiliados, el sindicato rechazó la oferta de BHP -compañía minera-, que consistía en un bono de 28.900 dólares por trabajador, exigiendo en su lugar 36.000 dólares. La empresa lamentó la decisión, afirmando que presentó propuestas con mejoras sustanciales al contrato actual, considerado uno de los mejores de la industria.
El paro ha generado preocupación a nivel nacional, recordando la huelga de 2017 en la misma mina, que duró 44 días y causó pérdidas de 740 millones de dólares, con una contracción del 1,3% del PIB chileno. La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, expresó su esperanza de que las partes lleguen pronto a un acuerdo, evitando un impacto económico similar al de hace siete años.
En el segundo día de huelga, el Sindicato Nº1 acusó a BHP de incurrir en prácticas antisindicales, como la utilización de personal de reemplazo para realizar labores durante la huelga. Según los trabajadores, estas acciones incluyen el embarque de 5.300 toneladas de concentrado de cobre en el Puerto Coloso y la participación de supervisores en tareas operativas. El sindicato advirtió que tomará medidas legales si la empresa no cesa estas prácticas.
Oferta rechazada por el sindicato
Además del bono de 28.900 dólares, BHP había propuesto un bono de término de conflicto de 27 millones de pesos para los próximos 36 meses, junto con un reajuste salarial del 2% sobre el IPC, mejoras en el plan de salud y beneficios educativos para los hijos de los trabajadores. Sin embargo, el sindicato rechazó la oferta, manteniendo sus demandas originales.
sin embargo, el sindicato exigió 36.000 dólares por cabeza ($33.540.000 aproximadamente), aumentar el tiempo de descanso, ajustar los bonos variables e indemnizar a los trabajadores despedidos por todo su tiempo de actividad (y no hasta un máximo de 11 años como establece la legislación).
A eso sumó un plan de salud con 100% de cobertura, aumento de las becas y bonos por las cargas (hijos y cónyuges) de los trabajadores que estén estudiando (incluso para aquellas que cursan postgrado tanto en Chile como en el extranjero); y para las mujeres, un aumento de 10% del bono por sala cuna ($519.700 mensual, aproximadamente).
