El 1° Juzgado de Letras de Talca celebró durante la noche del lunes su bicentenario con una emotiva ceremonia y recuerdos de la historia.
Con una ceremonia cargada de emotividad, se conmemoraron los 200 años de funcionamiento del Primer Juzgado de Letras de Talca, uno de los tribunales más antiguos y con mayor trayectoria en Chile. El evento, encabezado por el juez Nelson Lorca, junto a la presidenta de la Corte de Apelaciones de Talca, Marisol Ponce, reunió a ministros, jueces y funcionarios del Poder Judicial para celebrar esta significativa efeméride.
Fundado por decreto presidencial el 12 de agosto de 1824, el Primer Juzgado de Letras de Talca ha jugado un rol crucial en la historia judicial del país, con jurisdicción inicial desde San Fernando hasta el río Maule. Durante sus dos siglos de existencia, el tribunal ha sido liderado por 45 jueces, destacándose actualmente el ministro Gerardo Bernales, quien también fue parte de la conmemoración.
En la ceremonia, la ministra Marisol Ponce resaltó la importancia histórica del juzgado para la región del Maule y el país, subrayando el valioso trabajo realizado por los jueces y funcionarios a lo largo de los años. El juez Nelson Lorca, visiblemente emocionado, entregó a la ministra una copia enmarcada del decreto de fundación del tribunal, simbolizando la continuidad y el legado de esta institución.
“Dejamos constancia de este importante festejo, el bicentenario del Juzgado de Letras de Talca, con la instalación de esta placa conmemorativa” comentó Marisol Ponce antes de descubrir el regalo entregado a los años de vida del juzgado.
En la placa se pueden leer las palabras: “Primer Juzgado de Letras de Talca 1824-2024”
“Así queda constancia de los 200 años, con el nombre de juez Nelson Lorca Poblete, secretaria Rosario Yañez Schafer y oficial primero Sandra Rojo Arenas” indicó la ministra Ponce.
Además, se premió a la funcionaria Claudia Moraga por su destacada labor, y el ministro Gerardo Bernales adelantó detalles de su próximo libro sobre la historia del juzgado. El acto culminó con el descubrimiento de una placa conmemorativa en el acceso al tribunal, en el tercer piso del edificio de los juzgados civiles y del trabajo, marcando un hito en la historia judicial de Talca.
