El incendio en la central nuclear de Zaporiyia no tendría consecuencias en la seguridad, confirman las autoridades.
El pasado domingo, se desató un incendio en la torre de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia, situada en el sur de Ucrania y bajo control ruso desde el inicio de la invasión en 2022. Las autoridades rusas y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) han informado que el incidente no ha causado un impacto en la seguridad nuclear.
Tanto Ucrania como Rusia se acusan mutuamente de ser responsables del incidente. El gobernador prorruso de la región, Yevgeny Balitsky, afirmó que el incendio fue provocado por un bombardeo de las fuerzas armadas ucranianas en la ciudad de Energodar, donde se encuentra la central. En contraste, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a las fuerzas rusas de iniciar el incendio.
El OIEA, que mantiene un equipo de expertos en la central, señaló que no se detectaron aumentos en los niveles de radiación, y que la situación se mantiene bajo control. Las seis unidades de la planta se encuentran detenidas como medida preventiva desde hace algún tiempo, lo que ha contribuido a mitigar los riesgos asociados al incidente.
El organismo internacional también indicó que hubo un presunto ataque con drones en una de las torres de refrigeración, lo que podría haber sido el origen del incendio. La planta de Zaporiyia, la más grande de Europa, ha sido un foco de preocupación constante desde que cayó bajo control ruso, debido a la posibilidad de un accidente nuclear en medio del conflicto.
Aunque la situación parece estar bajo control, el OIEA ha instado nuevamente a la moderación y a evitar cualquier acción militar imprudente que pueda poner en peligro la seguridad nuclear en la región.
