La mediación de Brasil en la crisis de Venezuela: “No existe solución inmediata ni simple.”
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, está liderando un esfuerzo diplomático junto a Colombia y México para mediar en la crisis política de Venezuela, en medio de un tenso enfrentamiento entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición. Esta iniciativa busca encontrar una solución pacífica al conflicto, aunque las autoridades brasileñas advierten que no existe una solución inmediata ni sencilla.
El 1 de agosto, Brasil asumió un rol activo en la protección de las embajadas de Argentina y Perú en Caracas, tras la expulsión de diplomáticos de varios países que cuestionaron la legitimidad de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Mientras tanto, el presidente estadounidense Joe Biden solicitó a Lula su intervención para mediar en el conflicto venezolano, lo que consolidó a Brasil como un actor clave en este proceso.
Brasil como mediador
Desde antes de la petición de Biden, Brasil ya había comenzado a actuar en la crisis venezolana. Celso Amorim, exministro de Exteriores y actual asesor especial de Lula, se reunió con Nicolás Maduro y también con el candidato opositor Edmundo González Urrutia, demostrando la confianza que tanto el gobierno venezolano como la oposición depositan en Brasil.
A través de comunicaciones conjuntas con Colombia y México, Brasil ha llamado a una verificación imparcial de los resultados electorales y ha presionado para que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) publique las actas de votación desglosadas por mesa. Esta demanda busca evitar que el gobierno de Maduro traslade la verificación de los resultados al Tribunal Superior de Justicia, al que la oposición acusa de estar bajo control oficialista.
Tensiones internacionales y desconfianza interna
A pesar del apoyo internacional, el papel mediador de Brasil ha generado suspicacias dentro del país. Algunos sectores conservadores cuestionan la intervención de Lula, señalando su histórica cercanía con el chavismo. Sin embargo, la oposición venezolana, incluyendo a figuras como María Corina Machado, ha respaldado el esfuerzo brasileño, reconociendo la necesidad de una mediación que promueva una solución pacífica al conflicto.
Un camino incierto
Aunque la mediación ha ayudado a frenar la escalada de violencia en Venezuela, la solución definitiva al conflicto sigue siendo esquiva. Las autoridades brasileñas insisten en que se necesita tiempo y moderación para alcanzar un acuerdo que permita a Venezuela recuperar la estabilidad política.
El presidente Lula, tras reunirse con su homólogo chileno Gabriel Boric, reafirmó su compromiso con la transparencia electoral y la defensa de la soberanía popular de Venezuela, aunque enfatizó que la situación requiere paciencia y un enfoque equilibrado para evitar una mayor polarización.