Paula Barrios Goio. Propulsora del empoderamiento femenino, Metropolitan Chair Financial Empowerment G100. Socia de empresa de asesoría e intermediación financiera Bcorp Spa. Relatora de talleres de educación financiera para emprendedores, CoFounder de la Corporación Impulsa Vichuquén, Mentora en ChileConverge.
Hoy quiero escribir de nosotras, tal cual, de lo que significa ser mujer frente al desafío del trabajo.
En mis talleres, cada vez me encuentro con más mujeres que piensan en grande, que tienen sueños, que ven más allá. Todas ellas tienen a algo en común, son perspicaces, pero a veces las llaman locas, problemáticas, hasta desquiciadas.
Esto me llevo a recordar un comercial de Nike que vi recientemente, donde habla de que, si alguien quiere llamarte loca por los desafíos que te propones, por muy altos que parezcan (en el caso de esta marca, el deporte), pues que te llamen loca!!! y muestrales lo que la locura puede alcanzar.
Me encantó, me emocionó y me sentí muy identificada! Como he escrito antes, emprender solo es muy difícil, lo que me hizo pensar en participar de redes para hacer el llamado “networking”. Al principio me moría de vergüenza y no hacía muchos contactos, no aprovechaba bien esas instancias, pensaba que no se interesarían por mi sueño o por mi. Lo sé, inseguridades, creencias, miedos, etc etc. Tuve que cambiar urgentemente el switch, debía sacarles beneficio a estas instancias, a las reuniones grupales. El tema es que con el tiempo, las instancias pasaron de ser un simple networking a espacios de conversaciones mucho más profundas que iban más allá de negocios.
Hoy me declaro fan de las redes y promuevo esta actividad, en especial las que son formadas por “locas”, donde te encuentras con mujeres que han liderado sus vidas contra viento y marea.
Participo de varias, donde cada una me entrega algo diferente y, por cierto, me deja algo especial. De forma transversal, en todas las reuniones se siente lo mismo, apoyo incondicional, empatía y libertad. Les aconsejo participar de estas maravillosas redes, en ellas he encontrado amigas y mentoras que han sido una valiosa compañía en este duro camino, donde te das cuenta de que no estás sola y que cada una de ellas pasa o ha pasado por lo mismo.
Cada una de las mujeres que componen estas redes es una historia única, algunas con vidas sencillas, sin grandes sobresaltos y otras que han tenido que reconstruirse una y otra vez. En todos los casos he admirado a cada una de esas “locas”, mujeres que decidieron decir basta, detente, esto no es lo que quiero o quiero algo mejor para mí. A esa loca que decidió liderarse, cambiando en distintos ámbitos de su vida y que siente orgullo o, quizás, sigue en su camino y todavía no se da por enterada que lo esta logrando.
Otro componente que tenemos en común en estas comunidades es el trabajo. En como lidiamos de mejor forma frente a los desafíos laborales que tenemos a diario.
Casi todas sufrimos de los mismo, debemos además demostrar que somos secas, que sabemos, que podemos liderar equipos o a cargo de empresas. El problema es que pensamos que nunca estaremos lo suficientemente preparadas, donde muchas veces no nos creemos el cuento y pensamos de inmediato “ese trabajo no es para mí”, “Seguro que no me van a llamar”, “En algún momento se van a dar cuenta que no sé tanto como esperan” y la inseguridad nos atropella a toda velocidad.
La siquiatra Marian Rojas, nos habla de que esa voz interior es la que determina la actitud previa a casi cualquier circunstancia y que determina el resultado. Es decir, cuando nuestro cerebro se enfrenta a retos, responderá de una manera u otra, entonces cuando estemos en esa situación, lidiando con esa voz, CAMBIA la forma en que te hablas y habla desde el TU, desde fuera de ti, es decir: “Vamos Paula, tú puedes con esto”, “Paula, atrévete”. Entonces el cerebro comienza a ver las cosas de otra manera y nos ayuda a mejorar esa voz interior.
No te sientas sola en esta batalla querida lectora, habemos muchas “locas” que vivimos lo mismo. No te desesperes que hay remedio y es hora de empezar a practicarlo, al menos yo, lo practico desde un par de años y me está funcionando.
