La Corte Suprema atraviesa un momento difícil. A raíz de las conversaciones filtradas que aparecieron en el reciente reportaje de Ciper, los miembros se dividieron durante el plenario de la semana pasada. Mientras que algunos apoyaron la idea de iniciar un sumario en contra de las ministras involucradas, otros se negaron aduciendo la falta de antecedentes concretos.
Fue la ministra Andrea Muñoz quien propuso abrir el sumario para investigar a la ministra Andrea Vivanco. Esto por causa de la conversación de WhatsApp que su pareja, Gonzalo Migueles, mantuvo con el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma.
En dicho chat, Migueles hacía el intento de ofrecerle a Palma un doctorado y posterior cambio de jurisdicción a cambio de renunciar a su entonces candidatura a fiscal nacional.
Además de Vivanco, también se postuló sumariar a la ministra María Teresa Letelier. Sobre ella, una conversación entre Mario Desbordes y el exjuez Juan Antonio Poblete la involucraba. Cabe mencionar que Poblete se encuentra ahora en prisión preventiva por autorizar escuchas telefónicas ilegales en el caso “topógrafo”.
Los otros ministros salpicados fueron Mario Carroza y Jean Pierre Matus, de los cuales el último figuró en conversaciones de Luis Hermosilla, el abogado imputado por lavado de dinero y soborno.
La defensa de los ministros
En su mayoría, los ministros realizaron sus descargos y negaron su participación en dichas conversaciones.
La ministra Ángela Vivanco dijo que los hechos no se referían a su persona, y Jean Pierre Matus aseguró no haber mantenido ningún chat con Hermosilla. “Al momento de los hechos en cuestión aún no era ministro”, comentó.
Finalmente, se desestimaron ambas propuestas, y dos días después, el miércoles se suspendió el trabajo de salas para tener una jornada de reflexión. Se anunció entonces que la Suprema renovó el encargo que le dieron en abril a la ministra Adelita Ravanales para redactar un nuevo Código de Ética Judicial.