La bióloga molecular, Alina Chan, publicó una columna en el New York Times, reavivando el debate sobre el origen del virus. Entregó cinco motivos que fundamentan su hipótesis.
Con información de medio asociado: biobiochile.cl
A cuatro años del inicio de la pandemia, aún no está claro cuál fue el origen del virus que dejó millones de muertes en todo el mundo. Alina Chan, bióloga molecular canadiense que trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y Harvard, sostiene que el Covid-19 fue creado en un laboratorio de Wuhan, probablemente durante una investigación financiada en parte por Estados Unidos.
La científica publicó recientemente su libro “Viral: La búsqueda del origen del Covid-19”, donde concluye, tras una investigación exhaustiva, que el virus no se habría propagado a raíz del contacto animal, como se aseguraba en un principio.
Chan también publicó una columna en el New York Times, reavivando el debate sobre el origen del virus y presentando cinco razones por las que el Covid-19 podría haberse filtrado de un laboratorio chino. “Si esto fuera cierto, sería el accidente más dañino en la historia de la ciencia”, afirmó.
Factores que inciden
(1) La pandemia inició en Wuhan
La pandemia de Covid-19 se originó en Wuhan, una ciudad que alberga el Instituto de Virología Chino, uno de los laboratorios más importantes del mundo en la investigación de virus tipo SARS, como el Covid-19 (SARS-CoV-2).
En este instituto trabaja Shi Zhengli, una viróloga reconocida internacionalmente por su investigación sobre los virus SARS durante más de una década. Ella misma ha señalado que no se puede descartar la posibilidad de que el virus se haya filtrado del laboratorio.
Zhengli y su equipo han demostrado que virus similares al SARS-CoV-2 circulaban en murciélagos que habitaban en cuevas cercanas a Wuhan. El equipo extrajo muestras de estos murciélagos en múltiples ocasiones para trabajar con ellas, lo que añade una dimensión compleja al debate sobre el origen del virus.
(2) Alianza con Estados Unidos
El Instituto de Virología de Wuhan colaboró en 2018 con EcoHealth Alliance, una organización estadounidense financiada con 80 millones de dólares por el gobierno de EE.UU. Esta alianza permitió desarrollar varios proyectos experimentales con el virus SARS en animales, mezclando el virus con células de murciélagos, cerdos, primates y humanos.
En el contexto de esta colaboración, Ralph Baric, un epidemiólogo de la Universidad de Carolina del Norte, planeaba un proyecto de investigación que buscaba crear virus similares al SARS-CoV-2. Baric propuso la creación de un virus con una proteína llamada furina, que le permitiría ingresar al cuerpo humano y ser altamente infeccioso. Chan destaca que esta proteína solo se ha encontrado en el Covid-19 y en ningún otro virus conocido, y que la pandemia comenzó pocos meses después de que se sugiriera esta propuesta.
(3) Baja seguridad en el laboratorio
Los laboratorios que trabajan con virus vivos operan bajo uno de los cuatro niveles de bioseguridad (BSL-1, 2, 3 y 4) para asegurar prácticas de trabajo seguras según las características de cada patógeno. Sin embargo, el Instituto de Virología de Wuhan ha sido señalado por manejar virus similares al SARS bajo condiciones de bioseguridad inadecuadamente bajas.
En uno de sus experimentos, el equipo del Dr. Shi Zhengli manipuló genéticamente un virus similar al SARS, no estrechamente relacionado con el SARS-CoV-2, que resultó ser inesperadamente mortal. Este virus, tras la manipulación, aumentó por 10,000 veces la cantidad de virus en los pulmones y cerebros de ratones humanizados. Pese a la peligrosidad de estos virus, los científicos del Instituto de Wuhan trabajaron con ellos en niveles de bioseguridad bajos, como el BSL-2, lo que plantea serias preocupaciones sobre los estándares de seguridad en la manipulación de patógenos tan peligrosos.
(4) Eliminación de datos
La científica también argumentó que la investigación temprana estuvo sesgada hacia los casos relacionados con el mercado, lo que llevó a pasar por alto casos no relacionados o ubicados lejos de él. Además, las autoridades chinas bloquearon la notificación de los primeros casos y ordenaron la destrucción de muestras de pacientes el 3 de enero de 2020, citando precauciones de bioseguridad.
Chan también señala que hubo casos de Covid-19 antes del brote oficial en 2020. Sin embargo, la información sobre decenas de casos iniciales en noviembre y diciembre de 2019 sigue siendo inaccesible.
(5) Falta de evidencia
Los investigadores en Wuhan no han informado que se haya identificado el SARS-CoV-2 en animales comercializados en mercados. Además, no han confirmado que los primeros pacientes hayan estado en contacto con animales salvajes posiblemente contaminados.
Esta carencia de datos impide una comprensión completa de cómo el virus pudo haber saltado de los animales a los humanos, manteniendo abierta la posibilidad de que el virus haya sido resultado de una filtración de laboratorio.