En el Maule, los pesticidas están presentes en el aire y en los alimentos, poniendo en riesgo especialmente a niños y niñas de 1 a 6 años.
Un estudio de la Universidad de Chile, liderado por la académica María Teresa Muñoz, ha revelado los graves peligros que representan los plaguicidas para la salud pública en la región del Maule. La investigación muestra que productos químicos como el clorpirifós están relacionados con afecciones mentales, cognitivas y reproductivas.
En tal sentido, Muñoz explicó que el clorpirifós afecta los mecanismos de los neurotransmisores, lo que provoca síntomas depresivos y aumenta el riesgo de suicidio. En el Maule, los pesticidas están presentes en el aire y en los alimentos, poniendo en riesgo especialmente a niños y niñas de 1 a 6 años.
Esta situación fue presentada ante la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, donde Muñoz expuso las graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente.
A pesar de prohibiciones recientes, aún se detectan altos niveles de estos químicos en la población. Por ello, Muñoz insta a implementar regulaciones más estrictas sobre el uso de plaguicidas y a adoptar prácticas agrícolas sostenibles para proteger el medio ambiente y la salud pública. Resaltando la necesidad de restringir el uso de plaguicidas como el metamidofos, metomilo y clorpirifós en la agricultura chilena.
El clorpirifós y otros plaguicidas tendrán su uso completamente prohibido en Chile a partir del 31 de diciembre de 2024. Sin embargo, la utilización de plaguicidas como el azinfos metil y el paraquat continúa debido a permisos renovados. En tal sentido, Muñoz enfatizó la importancia de prevenir e intervenir en el conocimiento local para encontrar soluciones efectivas a estos problemas ambientales.