Pablo Muñoz Morales, Profesor de Comunicación Estratégica.
En términos de estrategia política, votar A Favor el próximo 17 de diciembre es la opción que asegura el cierre del proceso constitucional en el corto y mediano plazo, lo que no implica detener los diálogos y avanzar en transformaciones importantes para el país.
Por una parte, es menos perjudicial votar A Favor, ya que al modificar la constitución actual durante los acuerdos habilitantes del proceso, considerando que se bajaron los quorum, permitirá a la izquierda, en caso que gane el En Contra, reformar por secretaría.
Esto mantendría la división entre los chilenos, la incertidumbre y la inestabilidad, más aún cuando están agitadores de campaña para una tercera aventura, como Daniel Jadue y Daniel Stingo, quienes aún defienden la idea de refundar sin que nadie se los pida.
Si el año pasado era malo tener una constitución maximalista, este 2023 es lejos mejor, basta recordar que un 62 por ciento de chilenos rechazó una muy mala propuesta constitucional; sin embargo, ahora termina un proceso que comenzó con un comité de 24 expertos, elegidos en partes iguales por cada rama del Congreso y luego 50 integrantes electos por la ciudadanía, que redactaron un texto equilibrado, sensato, que ayuda a dos aspectos fundamentales: la seguridad y el orden público y, la economía del país.
También es una constitución que nos habla de un nuevo sistema político, el cuidado de la naturaleza y la protección del medio ambiente, además, de la igualdad de los derechos de las personas.
No es la perfecta y tampoco logra convencer a todas las bases y a figuras emblemáticas del país, pero no está politizada como la anterior, sino más bien planteada desde el bien común.
Por otra parte, se necesitan certezas, porque esta situación es incompatible para un país que busca el desarrollo y la creación de empleo, junto con mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Recientemente la clasificadora de riesgo Moody´s puso a Chile una nota con observación negativa, enfatizando que si se rechaza esta propuesta constitucional subiría la incertidumbre económica y, se mantendría alto el riesgo para JP Morgan, el banco más grande de Estados Unidos. Como referencia, según Clapes UC, los actuales niveles de incertidumbre económica triplican los indicadores que se registraban previo al estallido social en 2019.
Por lo tanto, hay que avanzar, y esto conlleva a retomar las urgencias, en cuanto a necesidades históricas y expectativas ciudadanas, dejando de lado el entretenimiento político. Ya no más tiempo perdido en discusiones polarizadas que saca a Chile del foco.
Luego habrá que buscar los espacios, porque la política se trata de mantener los debates abiertos, no de cerrarlos; diálogos a través de reformas, porque la sociedad cambia y esto es lo normal.
¡Chile necesita certezas!
