El economista Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, prometiendo un tratamiento para combatir la crisis, con medidas drásticas para el estado.
En una ceremonia conmemorativa de los 40 años del fin de la última dictadura militar, Javier Milei asumió la presidencia de Argentina con un enfoque de shock económico. Ajeno a la política tradicional, el economista libertario juró su cargo ante el Parlamento y anunció su compromiso de sacar al país de la agónica crisis económica.
En su discurso ante la ciudadanía congregada en la plaza frente al Congreso, Milei reiteró su desprecio por la política tradicional, que denomina “la casta”. La ceremonia contó con la presencia del presidente saliente Alberto Fernández y la ahora exvicepresidente Cristina Fernández.
A la investidura asistieron líderes latinoamericanos y europeos, destacando la presencia de Gabriel Boric, presidente chileno, y Volodimir Zelenski, presidente ucraniano. La fecha conmemorativa marcó el cambio de poder, y Milei recibió un país con más del 140% de inflación anual y una tasa de pobreza superior al 40%.
Retos Económicos:
Milei, líder del partido de extrema derecha “La Libertad Avanza”, se enfrenta a desafíos económicos significativos. Ofreció medidas radicales, incluyendo recortes en el gasto público y la reducción del Estado en un país acostumbrado a subsidios y déficit fiscal.
Aunque su partido es la tercera minoría en el Congreso, Milei buscará conciliar con otras fuerzas políticas para implementar sus reformas. El economista advirtió sobre una posible estanflación inicial durante su gobierno.
Primeras Decisiones:
Milei tendrá libertad para decidir una devaluación del peso y algunas medidas de reducción del gasto. La dolarización, un tema central de su campaña, queda pendiente. Sus seguidores realizaron un “velorio” simbólico frente al Banco Central, simbolizando la promesa de cerrar la entidad.
El nuevo presidente mantendrá asistencia social para los más necesitados, pero la incertidumbre persiste entre los ciudadanos. Mientras algunos expresan entusiasmo, otros muestran preocupación por el futuro económico, especialmente en relación con la inflación.
