Rojo Edwards y otros 25 militantes abandonan el Partido Republicano por divergencias en torno a la nueva Constitución, llamando a votar en contra. El partido valora la renuncia como parte de un distanciamiento previo.
El senador Rojo Edwards y 25 miembros más del Partido Republicano renuncian, marcando su desacuerdo con la propuesta de la nueva Constitución. Su principal divergencia radica en el rechazo a este cambio fundamental, instando a votar ‘En contra’.
El Partido Republicano, aunque valora la renuncia de Edwards y su grupo, reconoce un distanciamiento previo. Ruth Hurtado, secretaria general del partido, afirmó que “la entendemos como parte de un proceso de distanciamiento que ha tenido desde la elección interna”.
La discrepancia se centra en la postura del liderazgo republicano, que aboga por la aprobación de la nueva Constitución. Los disidentes argumentan que esta posición no aborda problemas críticos como la seguridad, la inmigración, el crecimiento y el empleo. En su comunicado, expresaron que “se debe votar ‘En contra’ sobre la falsa premisa de que el texto propuesto resuelve estas urgencias”.
Los disidentes también señalaron que realizaron esfuerzos tanto en privado como en público para que el liderazgo del partido reconsiderara su posición, pero todas las iniciativas fueron “rechazadas de plano sin ninguna consideración”.
Esta ruptura interna pone de manifiesto las tensiones dentro del Partido Republicano, especialmente en relación con la trascendental votación sobre la nueva Constitución.