Spotify, sin lugar a dudas, ha consolidado su posición como una de las plataformas de música más utilizadas a nivel mundial, llegando a alcanzar la impresionante cifra de 551 millones de usuarios y 220 millones de suscriptores a mediados de 2023. No obstante, en medio de su expansión global, surge un acontecimiento que podría cambiar el panorama para los usuarios en Uruguay.
El país sudamericano se encuentra en riesgo de perder los servicios de Spotify, y la razón subyacente radica en las recientes modificaciones a su legislación de derechos de autor. Estas enmiendas, aprobadas en un movimiento destinado a empoderar a los artistas locales, ahora otorgan a los creadores la capacidad de exigir una compensación justa por la reproducción de sus obras a través de plataformas de servicio de streaming, como la popular aplicación musical.
Uruguay, al implementar esta medida, busca equilibrar la balanza en términos de compensación para los artistas, asegurando que reciban una retribución justa por la utilización de sus creaciones en el entorno digital. Sin embargo, este cambio legislativo ha generado tensiones con Spotify, lo que podría resultar en la retirada de la plataforma de música de este país sudamericano.
La situación plantea un dilema no solo para los usuarios uruguayos de la variada oferta musical de Spotify, sino también para la industria de la música en general. Este episodio destaca los desafíos que surgen cuando los intereses de las plataformas de streaming y las demandas de justa compensación para los artistas chocan en el complejo entramado de la industria musical en constante evolución.
La respuesta de la empresa responsable de Spotify a estos cambios legislativos no se hizo esperar, expresando su descontento ante la falta de claridad en las modificaciones a las leyes de derechos de autor incorporadas en la Ley de Rendición de Cuentas de 2023.
La compañía anunció durante la semana que, debido a esta situación, “lamentablemente comenzará a descontinuar progresivamente sus servicios en Uruguay a partir del 1 de enero de 2024, con la completa suspensión del servicio programada para febrero”. Esta decisión, según la empresa, afectará tanto a artistas como a fanáticos, generando un impacto negativo en la experiencia musical de ambas partes