En una decisión liderada por los comunes de Ada Colau y respaldada por PSC y ERC, el Ayuntamiento de Barcelona acordó en el pleno municipal “interrumpir las relaciones institucionales con el Gobierno de Israel”. La medida se mantendrá “hasta que haya un alto al fuego definitivo y se garantice el respeto a los derechos básicos del pueblo palestino y el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas respecto al conflicto entre Israel y Palestina”.
En el pleno, hubo un cambio en el texto propuesto inicialmente, que sugería “suspender” las relaciones, tras una negociación con el partido del alcalde Jaume Collboni. La decisión se toma en un contexto en el que miles de personas han perdido la vida en el conflicto. La Embajada de Israel en España condenó enérgicamente la medida, mientras que la comunidad judía de Barcelona denunció la proposición como perjudicial y expresó preocupación por el antisemitismo.
Esta no es la primera vez que Barcelona toma medidas en relación con Israel. En febrero del año pasado, con Ada Colau como alcaldesa, la ciudad anunció la ruptura de lazos con Tel Aviv e Israel, una decisión que generó críticas, incluyendo la del PSC. Sin embargo, tras las elecciones, el nuevo alcalde Jaume Collboni anunció la retoma de relaciones con Tel Aviv en septiembre, revirtiendo la decisión anterior.
La declaración institucional también incluye el rechazo a los ataques contra la población civil palestina e israelí, la demanda de un alto al fuego permanente y definitivo, y la implementación de una cláusula de obligación contractual para asegurar el respeto a los derechos humanos en contratos municipales. La medida insta además a la convocatoria de una Cumbre de Paz y destaca la ciudad como promotora de la paz.
