La conmemoración de esta festividad tiene sus raíces en la Iglesia Católica y se remonta a los primeros siglos del cristianismo.
Todos los años el 1 de noviembre la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de Todos los Santos.
El origen de la festividad se encuentra en el deseo de la Iglesia de honrar a aquellos que han sido canonizados.
Es decir, aquellos que se han declarado oficialmente como santos debido a su santidad y sus virtudes ejemplares.
Sin embargo, la Iglesia reconoció que no todos los santos tenían una fecha específica en el calendario litúrgico, por lo que se instituyó el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre como un día para honrar a todos los santos, conocidos y desconocidos.
Así, la festividad religiosa se celebra con un feriado (no irrenunciable) en Chile.
