Artículo de opinión por Nicolás Salhus Mardones, abogado laboralista, exinspector Provincial del Trabajo.
Desafíos éticos y laborales
En los últimos tiempos, hemos visto un aumento alarmante en el abuso de licencias por enfermedad.
Aunque muchas personas realmente necesitan descanso y tiempo para recuperarse, hay un grupo que ha convertido este recurso en una forma de evadir responsabilidades laborales, provocando problemas que afectan la productividad y la moral del equipo y la confianza en el sistema.
Es cierto que, en muchos casos, las presiones laborales y la búsqueda de un equilibrio entre la vida personal y laboral pueden ser factores que empujen a las personas a buscar un respiro en forma de bajas por enfermedad.
Sin embargo, es fundamental distinguir entre quienes realmente solicitan estas pausas y quienes abusan del sistema.
El abuso de las bajas laborales no sólo pone en peligro la estabilidad de las empresas ante ausencias imprevistas, sino que también provoca importantes pérdidas a las instituciones médicas y a los propios trabajadores.
A nivel económico, las Isapres y la Seremi de Salud enfrentan costos crecientes debido al pago de licencias inadecuadas, lo que en última instancia podría llevar a mayores impuestos y menores recursos para quienes las necesitan.
Además de la economía, están en juego la integridad del sistema de salud y la confianza en la ética profesional.
La emisión de licencias sin motivos justificables erosiona la reputación de los profesionales y las instituciones médicas.
Si el sistema tiene espacio para lagunas que permitan a los trabajadores, en connivencia con algunos profesionales médicos, eludir sus responsabilidades, entonces nos enfrentaremos a un problema que requiere atención inmediata.
La solución no es sencilla pero requiere fortalecer el trabajo de inspección.
La Seremi de Salud y las Isapres tienen un papel protagónico en este escenario.
Una mayor supervisión, revisiones periódicas y sanciones contra quienes expiden o abusan de las licencias médicas son medidas que podrían aliviar el problema.
Finalmente, es fundamental promover una cultura laboral que valore la honestidad y la ética, priorice el bienestar de los trabajadores y vea el alta médica no como una salida sino como un medio para asegurar la salud y la productividad de los trabajadores.
Todo.
Sólo con una visión compartida entre trabajadores, empresas, profesionales de la salud y reguladores podremos erradicar el abuso de licencias y generar confianza en nuestro sistema.