Recientemente, un estudio publicado por Ipsos, reveló que en Chile dos de cada tres personas considera que la salud mental constituye el problema sanitario más apremiante del país, resultados que reflejan un cambio en las inquietudes de los chilenos, por cuanto en 2018 la mayor preocupación sanitaria de los encuestados en el país era la obesidad (59%).
Que este cambio en las prioridades sanitarias de los chilenos se haya gestado en menos de cinco años no es menor, más aún si consideramos que la salud mental además de ser un componente esencial de nuestra calidad de vida, trasciende las fronteras de lo individual ya que se vincula con una sociedad más productiva, cohesionada y justa.
En este sentido, como Fundación Liderazgo Chile abogamos por la promoción de la salud mental desde una edad temprana, impulsando programas de educación emocional en escuelas y comunidades, por cuanto reconocemos que abordar esta problemática desde la niñez es esencial para prevenir problemas a largo plazo y construir una sociedad más resiliente, con un enfoque integral de la salud que incluya tanto el cuerpo como la mente, reconociendo que ambas están intrínsecamente conectadas.
Es por eso que reiteramos nuestro compromiso de trabajar incansablemente para crear conciencia sobre la importancia de la salud mental, motivo que nos llevó a impulsar el proyecto de educación emocional en el país, y así contribuir con los problemas actuales, además de abogar por políticas que mejoren el acceso a servicios en esta área a todos los ciudadanos de manera integral, desde la educación y la prevención.
Arnaldo Canales Benítez
Director Ejecutivo
Fundación Liderazgo Chile